Sufrir en exceso para puntuar

Partidos de los que hacen afición a estas alturas de la temporada cada vez es más difícil presenciarlos. Lo que realmente importa es obtener los puntos e ir sumando para colocarse en la tabla en posiciones deseadas. El fútbol como tal no es un espectáculo, sino un deporte donde su máxima es el resultado, único fin que cuenta. Uno puede jugar mejor, peor, dominar más o menos, pero si al final el balón no entra en la portería contraria de poco ha servido el esfuerzo. La única recompensa que tiene valor es conseguir el triunfo. La diferencia de calidad y puntos en la clasificación no son ninguna garantía para lograr la victoria. Cada partido es una historia y sale de una manera distinta. Muchos factores son los que intervienen en el desarrollo de un encuentro y el de más peso es el aspecto arbitral. Todo tiene un análisis y lo de buena y mala suerte que utilizamos en términos futbolísticos no tiene mucha razón de ser cuando interviene el factor humano. Siempre hay un porqué y hay que sacar conclusiones de cómo se ha producido. La emoción y el sufrimiento siempre están presentes sobre el terreno de juego, y saber entenderlo es vital para llevarse el gato al agua. La Bañeza se deja dos puntos en un derbi donde el juego brilló por su ausencia y la vistosidad desapareció por completo. El no querer perder lleva consigo a no arriesgar en exceso y para lograr un alto premio la colocación y el saber leer el encuentro son normas elementales. El llevar una trayectoria regular da más sensación de seguridad que se transmite en cada encuentro. La igualdad en el grupo no da lugar a despistes, por lo que no debe dejar pasar ninguna oportunidad en La Llanera para alcanzar cuanto antes el objetivo. Conservar las distancias continúa siendo el abc para conseguirlo. El Promesas, algo más que una opción El Promesas Ponferrada vuelve a sumar tres puntos, y no precisamente en uno de sus mejores partidos. Diez son las jornadas en las que la escuadra berciana lleva sin conocer la derrota, de ellas nueve victorias, que le permiten mantenerse en esa cuarta posición que da derecho a luchar por el ascenso. Lograr el triunfo cuando no se juega bien no es factible y la concentración y contundencia de este conjunto están ayudando a ello. Combinar el buen hacer de casa con la firmeza de fuera son claves para seguir soñando. La Cultural B confirma la tónica de que ante rivales inferiores es mejor no jugar. El penúltimo clasificado sacó los colores a los dirigidos por José Antonio López y les derrotó en una de sus tardes futbolísticas más aciagas. La inexperiencia y demasiada juventud en muchos de sus componentes ofrecen serias dudas en compromisos ante rivales más débiles, pero también no es menos cierto que debe existir una lectura para poder explicarlo y corregir esta situación, pues es una constante esta temporada. La tremenda irregularidad produce demasiado desconcierto y merma totalmente la confianza. La Hullera no termina de conseguir un triunfo que aparque el largo bache en el que parece estar sumido. Al conjunto de Ciñera le cuesta ser fuerte en su feudo en esta segunda vuelta y lograr los triunfos que le den serenidad para escalar posiciones. Ser uno de los equipos que más goles encaja es un factor negativo que luego pesa en los enfrentamientos como visitante. Saber mantener la concentración y la ventaja cuando esta se produce son aspectos a tener más que en cuenta. El Atlético Bembibre por fin sabe lo que es ganar un partido durante muchas jornadas, no sin pasar por enormes agobios hasta el último instante. Como conseguir goles es la pregunta del millón de este conjunto que cuando los logra lo hace más que a cuentagotas. La solución no es sencilla con la dinámica existente y más a estas alturas de competición. Ser práctico y mantener la sobriedad en el aspecto defensivo deben ser las principales bazas para concluir la temporada de la mejor forma posible y de la manera más digna.