Toda España se rinde ante el leonés

El teléfono móvil de Manuel Martínez registró 72 llamadas perdidas desde el momento en que se convirtió, la noche del viernes, en el primer campeón del mundo español en pista cubierta. Uno de esos 72 intentos fallidos de comunicación con el lanzador de peso leonés fue el del secretario de Estado para el Deporte, Juan Antonio Gómez-Angulo, que no pudo felicitar personalmente al flamante campeón mundial. Gómez-Angulo sí pudo hablar, no obstante, con el presidente de la Federación Española, José María Odriozola, para que hiciera llegar su felicitación a Martínez, que vivió momentos de gloria con su inesperado triunfo. A la hora de la cena, el leonés, un atleta que se distingue por su modestia y afabilidad, hizo, a su pesar, una entrada triunfal en el comedor. Un grupo de atletas españoles rompió a aplaudir y el resto de los comensales se sumó al homenaje. Puestos en pie, tributaron una ovación a Manolo. El leonés hubo de saludar, brazos en alto, antes de tomar asiento para disfrutar en el hotel de una modesta cena junto a sus compañeros de equipo. Precisamente la primera persona que pudo conocer por boca del leonés el hito histórico logrado para el atletismo español fue su novia. Martínez no quiso perder la oportunidad de celebrar, aunque fuera por teléfono, uno de los días más importantes de su vida. Luego, ya con el teléfono encendido, las llamadas de felicitación se sucedieron para el flamante medalla de oro, incluida la de sus padres, que por la televisión, vibraron con el éxito de su hijo. Fueron momentos de emociones aunque el leonés, tranquilo como siempre, lo celebró como si de otro éxito se tratara. El propio Martínez reconoció que la medalla, con la satisfacción incluida que le reportaba, no había cambiado su carácter, siempre tranquilo, como el de un campeón que tras varios intentos fallidos, pudo subir a lo más alto del podio en una cita mundialista. Ahora, una vez asimilado su logro, vendrán días de celebraciones. Mañana, regreso a casa Una vez superado con sobresaliente su participación en el mundial en pista cubierta de Birmingham, la expedición española regresará mañana a casa, vía Londres. Con varias medallas en el zurrón, entre ellas la de Manuel Martínez, la delegación nacional, si todo transcurre como esperan los rectores federativos, abandonará el Hotel Jury''s Inn, en el 245 de Broad Street a primera hora de la mañana del lunes para tomar el vuelo IB3163 que parte desde Londres a las 11.35 horas. Su llegada al aeropuerto de Madrid-Barajas está prevista para las 14.50 horas. Allí los atletas, entre los que se encontrará el «gran capitán» Martínez serán agasajados por los aficionados antes de que cada uno emprenda viaje a su lugar de procedencia.