España pone León patas arriba

La jornada histórica en que se convirtió el primer partido oficial de la selección española en León tuvo alicientes múltiples para todos los gustos. La mañana volvió a ser, aún en vísperas de partido, otra locura de jornada, frenética en actividad. El equipo español realizó el único entrenamiento medianamente tranquilo, en el Área Deportiva de Puente Castro. El polémico árbitro del compromiso, se dedicó al turismo en la Catedral. Por la tarde, hubo tiempo para los homenajes de todos los gustos, con políticos y deportistas de por medio. Y por la noche, al fulgor de los focos del estadio, y con más de 15.000 almas en las gradas, la capital disfrutó del espectáculo al que se unió la provincia de forma meramente testimonial en algunos casos, con aficionados y espectadores llegados en casos representativos mínimos desde otros puntos de la zona. La programación de los medios de comunicación de carácter nacional, en el directo, fue el primer apunte de lo que hoy aparecerá como la resaca más dulce, con León en las páginas de todos-los medios informativos del país gracias a un partido de corte internacional que difícilmente volverá a repetirse a corto plazo. Y es que el calor de la afición, que se manifestó de nuevo a la conclusión del partido, sigue siendo uno de los aspectos básicos.