España cumple, pero sin gran juego

La victoria en Atenas en el partido inaugural, por 0-2, el empate arrancado en Kiev el viernes pasado (2-2), y los triunfos por 3-0 como local ante conjuntos mucho más modestos como Irlanda del Norte y Armenia, permiten al equipo de Iñaki Sáez tener el pase bastante encarrilado, aunque deberá confirmarlo en junio cuando reciba a los griegos y visite a los norirlandeses. El partido de León ante el conjunto armenio fue un trago difícil de superar hasta que Sáez recurrió a su esquema habitual al dar entrada al valencianista Vicente Rodríguez. Hasta entonces, España había carecido de dos bandas claras y era un equipo cojo pese a que de partida su arsenal ofensivo con el ''tridente'' Valerón-Raúl-Tristán parecía una apuesta de garantías para romper la barrera que organizó el técnico rumano Mihai Stoichita. Vicente fue la solución que necesitaba España para abrir el campo de verdad, salir del embudo en el que se metía una y otra vez y desbordar a un equipo que asustó más de la cuenta al cuadro de Sáez. Su entrada fue tan decisiva que el valencianista sirvió los dos goles a Diego Tristán e Iván Helguera que rompieron un encuentro que cerró de manera brillante el bético Joaquín Rodríguez. Sin alardes, pero al final haciendo valer su superioridad, como en los anteriores compromisos, España dio otro paso hacia Portugal 2004, el objetivo. Los jugadores y el seleccionador se habían fijado como misión la victoria. La goleada y el espectáculo tendrán que esperar a una mejor ocasión. El estadio Antonio Amilivia, que se convirtió en una auténtica fiesta en la primera comparecencia de la selección española en León, presenció el estreno goleador de Joaquín como internacional y el regreso a esta faceta de Tristán, que no anotaba desde el 1 de noviembre de 2001 contra Austria, y de Helguera, que no lo hacía desde el 28 de marzo del mismo año ante Francia. Iván Helguera, que no estuvo en Kiev por sanción, volvió a ser el líder de la defensa española junto a un Carlos Marchena que goza de la confianza absoluta del seleccionador desde categorías inferiores. El sevillano del Valencia fue elogiado por el técnico vasco al final del partido. Al margen de su trabajo atrás, resaltó el hecho de que fue el hombre que dio origen al primer gol, al cortar un envío peligroso de los armenios y asistir inmediatamente en profundidad a Vicente. Marchena, por lo tanto, se presenta como la primera opción para completar el trío habitual de centrales junto a dos intocables como Helguera y el barcelonista Carlos Puyol, ausente en esta convocatoria porque acaba de salir de su lesión en la cara. La selección, aliviada tras los apuros pasados y satisfecha por haber obtenido a la postre un triunfo imprescindible, deja ahora paso a la Liga y a la Liga de Campeones, que entra en su fase de cuartos de final, aunque ya el día 30 disputará un partido amistoso contra Ecuador en una sede por confirmar definitivamente. Sáez y sus hombres tendrán ahí la oportunidad para afianzar su esquema, ese que le mantiene invicto en los ocho partidos disputados desde su llegada al banquillo de la selección, para luego, el 7 y el 12 de junio, disputar los dos siguientes encuentros oficiales, en los que, de ganar y darse resultados favorables en los otros choques de griegos y ucranianos, podría dejar más que sentenciada su clasificación para la fase final, que es donde realmente España debe dar el salto de calidad. Al margen de la faceta deportiva, lo que se ha constatado en León es la «Ikermanía» que hay entre las jóvenes del país. La fiebre por el portero madridista, principalmente, y por otros de los jugadores de Sáez, recuerda a la que hubo, por ejemplo, con Julen Guerrero.