SEGUNDA DIVISIÓN B

en los momentos más difíciles del partido. Entró Raúl Ibáñez y la parroquia le tributó la mejor ovación de la tarde. Los segundos cuarenta y cinco minutos prosiguieron por el mismo camino por el que había transcurrido el primero. Una Cultural dubitativa en cada una de las zonas del campo y un Celta de Vigo B, que con desarrollar lo mínimo sobre el césped, se imponía sin complicaciones a los leoneses. Lo peor sucedió en el minuto 52 de partido, cuando Ángel Luis cometió penalti y fue expulsado por el colegiado asturiano Fernández González por una presunta agresión sobre el jugador contrario Cristóbal. Del mal, el menos. El guardameta local Rubio adivinó la intención de Hugo Grandio. El marcador quedó como estaba, aunque los culturalistas se quedaron un jugador menos sobre el verde. Si la actuación arbitral estaba siendo muy protestada, el punto culminante se produjo cuando expulsó del campo a Jorge Rodríguez, con cartulina roja directa, por entrada por detrás al lateral Herrero. Clara ley de la compensación y del despropósito. El partido se igualó más que nunca. La Cultural quiso, con muy poco, llevarse los tres puntos en juego. La velocidad de Raúl Ibáñez dio vivacidad al juego leonés. Sus internadas por banda colorearon el partido. Sin embargo, el valenciano todavía no anda al máximo de revoluciones. La Cultural, sólo con el corazón, nunca metió el miedo en el cuerpo a los jóvenes vigueses. Sólo César Villafañe lo intentó al final. Demasiado solo y desasistido. La fase de ascenso está a la vuelta de la esquina.