Gronholm consolida opciones

Solberg fue tercero, mientras que el debutante en esta prueba, el francés Loeb, acabó cuarto con el Citroën Xsara, por delante del Skoda de Gardemeister y del Mitsubishi de Alistair McRae, que volvía a este rally después de varios meses de ausencia en el Mundial. Makinen fue séptimo y el otro Skoda, el de Auriol, octavo, con Carlos Sainz en la duodécima plaza. Carlos Sainz no tenía el entusiasmo del primer día, y eso es comprensible, pero trabajó como en él es habitual hasta el final. Markko Martin se perfilaba en la segunda jornada de competición como la única amenaza real para Gronholm, pero el piloto estonio de Ford sufría una avería en su motor que le obligaba a retirarse. Gronholm se deshizo de esta forma de su principal rival aquí y sólo encontró la oposición de su compañero, Richard Burns. Pero el británico estaba a más de un minuto en la general y además Marcus se encargaba en la primera especial de hoy de disipar cualquier duda en cuanto a su victoria final logrando el mejor tiempo. En los últimos cinco tramos del rally la victoria parcial fue para Burns, pero Gronholm le siguió muy de cerca y nunca vio peligrar su triunfo final. Este doblete en Nueva Zelanda le permite al equipo Peugeot arrebatarle a Citroën la primera posición en la clasificación de constructores del Mundial. El piloto de Subaru, Petter Solberg, iniciaba esta edición de Nueva Zelanda de una forma bastante conservadora. Una vez superados los primeros tramos, el noruego fue aumentando su ritmo de carrera y esto le llevó, junto con los abandonos de Martin y Rovanpera, a la tercera plaza final.