Manchester o la Intertoto

El Barcelona apura las jornadas con la angustia que le crea su clasificación liguera y solo le queda acogerse a la posibilidad de ganar en Manchester la final de la Liga de Campeones o, como mal menor, obtener la clasificación para la Intertoto si no quiere quedarse por primera vez en su historia sin participar en Europa. El equipo, cuestionado desde el principio con el diseño del mismo realizado por Louis van Gaal, tiene tantas dudas y ofrece actuaciones tan irregulares (en Turín o contra el Deportivo) que es difícil adivinar cuál será su siguiente paso. Tal y como están las cosas y con el panorama que se le avecina (encuentros contra el Real Madrid y la Real Sociedad; y la vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones ante el Juventus), es simple pronosticar que en las dos próximas semanas se decidirá prácticamente su futuro. Bueno, no sólo el del equipo, que conocerá si puede seguir vivo en Europa o si rehace la posibilidad de clasificarse para la próxima Intertoto (la última vía para jugar el año próximo la Copa de la Uefa), también de la entidad. Enric Reyna, el presidente accidental del club, ha anunciado que sólo fijará la fecha electoral cuando se aclaren las opciones del equipo. Hace oídos sordos a aquellos que le reclaman con insistencia que debe convocar las elecciones lo más pronto posible y «juega» a ser presidente, a pesar de que entró en la junta del dimisionario Joan Gaspart como vocal. Desde diferentes sectores del barcelonismo se ha criticado el excesivo protagonismo que está adquiriendo Reyna, un presidente interino que debería tener como único objetivo liderar la transición y convocar elecciones. Se ha recordado que, a poco de llegar al cargo, se hizo esculpir su nombre en el mausoleo de mármol en el que están inscritos los presidente. Después ordenó insonorizar su despacho en el Camp Nou y su última exigencia se cumplió en la noche del sábado, cuando pidió que le instalaran un monitor de televisión para poder seguir mejor las evoluciones desde el palco. Con el paso de las semanas, Reyna se ha enrocado en su posición y no parece dispuesto a mover ficha. Habló de que un anuncio electoral desestabilizaría la plantilla (los jugadores le desmintieron cuando prácticamente todos ellos dijeron que no les afectaba) y con el paso de las semanas todo sigue prácticamente igual. El panorama es preocupante. Lo sintomático de todo esto es la reacción del público, que parece haberlas visto ya de todos los colores.