GOLF
Olazábal quiere la tercera chaqueta
El español José María Olazábal mantiene sus opciones de conquistar la que sería su tercera «chaqueta verde» después de finalizar la tercera jornada del Masters de Augusta, primer «major» de la temporada, con uno bajo el par y a cuatro golpe
Olazábal desafió a los golfistas locales que ocupan, salvo excepciones como la del fidjiano Vijay Singh o la del canadiense Mike Weir, las primeras posiciones en la clasificación general. Olazábal, que ya conoce la victoria en los campos de Georgia, se enfundó el título en el 93 y 99, aspira nuevamente a enfundarse la «chaqueta verde» y es que el español parece experimentar una metamorfosis cada vez que acude hasta los campos de Augusta. Ni los cambios introducidos en el diseño de los hoyos, como recientemente denunció Seve Ballesteros, un viejo conocedor también de estos lares, parece influir en la certeza de los «swings» y «putts» del guipuzcuano. Olazábal no contó con un buen inicio y cometió un bogey en el primer hoyo de la jornada, pero el vasco demostró su fortaleza mental y se rehizo en un recorrido, que sobre todo durante la segunda parte, con birdies en los hoyos 14 y 15, hizó brillar el golf del español, que por segunda jornada consecutiva presentaba una tarjeta de 71 golpes, uno bajo el par. La experiencia acumulada por el español es, sin duda, una de sus principales armas en una jornada, la cuarta, donde históricamente los hoyos de Augusta siempre han estado abierto a las grandes remontadas y a desfallecimientos espectaculares. Olazábal, al término del tercer recorrido se encuentra a cuatro golpes del actual líder, Jeff Maggert, que fue uno de los protagonistas de la jornada. El estadounidense firmó una tarjeta de 66 golpes (6 bajo el par) que le permitió cerrar el recorrido con cinco bajo el par al frente, en solitario, de la clasificación. Maggert, ganador del Mundial «match-play» en el 99, sumó seis birdies en los últimos nueve hoyos disputados, con el único «borrón» del bogey en el undécimo. Aunque, sin duda la atención de los aficionados estadounidenses estuvo centrado en la figura de Tiger Woods. El estadounidense mostró lo equivocado que se encontraban todos aquellos que después de las dos primeras jornadas le daban por «enterrado». Woods ofreció una de esas jornadas que explican el por qué es considerado el mejor golfista de la historia. El número uno mundial cerró el recorrido con 66 golpes y al igual que Olazábal con uno bajo el par, después de estar prácticamente descartado a luchar por la victoria final. Ante la última jornada, la de hoy, el estadounidense vuelve a ocupar la primera posición en todas las quinielas para conquistar el título. Algo que sería su tercera «chaqueta verde» consecutiva y lo convertería en el primer golfista en conseguirlo. En la década de los sesenta fue Jack Nicklaus, el hombre que cuenta con seis títulos en Augusta, el que tuvo la oportunidad de conquistar durante tres ediciones consecutivas la victoria en los campos de Georgia, pero no la aprovechó. En el 91, el escocés Nick Faldo acudió con el mismo propósito al primer ''major'' de la temporada, pero el galés Ian Woosnam se interpuso en su camino. A la espera de la última jornada, el objetivo parece más cercano que nunca a una figura como la de Woods para la que no parece existir retos imposibles, sobre todo, si completa otro recorrido como el de ayer donde mostró una regularidad, con tres birdies en los 9 primeros hoyos.