«El que hizo eso no quiere al club»

Los miembros de la Junta Directiva de la Sociedad Deportiva Ponferradina, con su presidente a la cabeza, tuvieron una tarde noche del domingo bastante ajetreada. Desde el mismo instante en que se tuvo conocimiento del ataque al vehículo del colegiado, los directivos se pusieron a disposición de Jaso Delgado, con el fin de reparar lo antes posible los desperfectos sufridos. El propio presidente estaba dispuesto a facilitar un vehículo propio al trío arbitral para que realizaran el desplazamiento hasta Pamplona, pero el colegiado principal prefirió la reparación del coche habida cuenta de que ayer lunes tomaba vacaciones y necesitaba el vehículo por esa cuestión. Después de multitud de gestiones, los directivos encontraron a las personas necesarias para reemplazar la luna siniestrada y así fue como, cerca de la medianoche, Jaso y sus compañeros pudieron iniciar el regreso a Navarra. José Silvano acompañó incluso al colegiado hasta la comisaría de Ponferrada, donde éste interpuso la correspondiente denuncia. Ahora, todos los esfuerzos de los directivos se centran en evitar una sanción que se antoja segura, o al menos reducir la misma a la mínima expresión. Se supone que el comité encargado de juzgar los hechos tendrá en cuenta todos los esfuerzos de los directivos ponferradinos, unos esfuerzos que seguramente aportará Jaso Delgado en el recurso correspondiente. El propio presidente explicaba sus propósitos «vamos a intentar evitar la sanción por todos los medios, eso está claro». Sobre el ataque lanzado en el estadio contra el coche del colegiado, el presidente era muy claro «el que haya hecho una cosa así es simplemente un energúmeno que no quiere a la Deportiva». No quería extenderse mucho más sobre la presunta identidad del autor o autores de la agresión «eso lo dejamos para la policía». De momento, una de las pocas cosas que pueden hacer desde el club es tratar de que no vuelva a suceder una cosa así «tendremos que cubrir esa zona para el futuro para evitar altercados similares», añadió el dirigente berciano. Sin entrar a valorar muy a fondo la situación actual por la que atraviesa el primer equipo blanquiazul, Silvano se limitó a comentar que «la moral está baja en estos momentos, pero nuestra obligación es mantener la cabeza fría y tirar para adelante, no podemos hacer mucho más». Algún miembro de la Junta Directiva dejó entrever un cierto malestar con la labor de la policía nacional en el recinto. Y es que se quejan de que los números abandonan rapidamente la instalación en vez de esperar hasta que se desalojen las gradas sin incidencias. Según parece, la policía se desmarca de los posibles incidentes que tengan lugar en el campo porque serían competencia de la seguridad privada que disponga el propio club. El presidente explicaba ayer que «tenemos varios agentes de seguridad contratados por el club, pero no disponemos de medios para poder cubrir toda la instalación». Habrá que esperar a ver cómo interpreta el comité de competición lo sucedido en El Toralín, aunque desde el propio club todos confían en que la sanción, caso de que se produzca, tenga la menor cuantía posible, a la vista de la actitud demostrada por los directivos de la Ponferradina. Jaso Delgado puede echar una mano.