Otra recuperación asombrosa

Casi le daban por desahuciado para jugar en la presente temporada, después del fortísimo esguince de tobillo que sufrió en un entrenamiento. Sin embargo, el tesón del futbolista y los sabios cuidados de Carlos Fernández Sarmiento en el tratamiento que ha dispuesto en la Clínica Fisad, van a hacer posible el milagro de verle en acción mucho antes de lo inicialmente previsto. El jugador ha mejorado de forma sensible «me encuentro mucho mejor y el tobillo apenas está un poquito hinchado, ahora lo peor es la gastroenteritis que tengo, porque parece que me vienen todas seguidas». Cuando se le pregunta por esa asombrosa capacidad de recuperación, él, siempre tan modesto, quita hierro «a lo mejor es que las lesiones no eran tan importantes como se pensaba». Ahora mismo ya no tiene escayola y acude normalmente a visitar al fisio en la Clínica Fisad «allí me está tratando con ultrasonidos, calor y frío, combinadas». Todo con el único objetivo de agilizar la recuperación de su maltrecho tobillo izquierdo. Hablar de plazos para el restablecimimento después de una lesión siempre es complicado, pero el cordobés no elude el envite «si todo va como hasta ahora, yo no descarto poder estar a disposición del entrenador para el próximo partido en casa». Ese partido será el 27 de abril ante el Alcorcón. Su extremada modestia le lleva a restar importancia a esos comentarios de que el equipo le está echando de menos «qué va, el otro día se ganó en Ávila y nadie se acordó de mí, ahora porque se perdió un partido ya hablan de que no estaba yo, ni el equipo era tan bueno antes ni es tan malo como se dice ahora». Tampoco atesora ambiciones por el pichichi que ahora está más cerca de Alejandro «es no me preocupa nada, es casi seguro que se lo va a llevar él, pero a mí lo que de verdad me preocupa en estos momentos es poder ayudar al equipo para clasificarnos para la Copa del Rey». Como puede apreciarse, este hombre es un dechado de modestia, en lo bueno y en lo malo. Se merece mejor fortuna.