Minutos para todos en Melilla

La derrota de León fue dulce, ya que el plan preconcebido era acabar sextos, y al final salió el resultado como se había deseado desde el banquillo tras un partido donde los jugadores leoneses no apretaron excesivamente el acelerador. Reinó la máxima igualdad a lo largo del primer cuarto del partido. Melilla apostó por una fuerte defensa individual, y los leoneses por una mixta. Bajo estas premisas de equilibrio, se llegó al ecuador del primer parcial con 10-8 en el electrónico. Michael Wilson y Coleman tiraban del carro del equipo local, mientras León contaba con su seguro de vida en la anotación, Brown, autor de diez puntos en el primer cuarto. Un parcial de 0-4, inusual pues rompió el intercambio de canastas, permitió a los de Quino Salvo coger su primera ventaja, 15-16, pero en ese instante llegó la tercera falta de Tchiloemba, que tuvo que sentarse. Melilla iba a remolque, perdiendo hasta tres balones en ataque de manera consecutiva, lo que obligó al técnico Pepe Rodríguez a pedir su primer tiempo muerto. Los leoneses aguantaron la distancia hasta el final. En el segundo periodo, el encuentro arrancó con pérdidas constantes de balón del Melilla. Parecía que la responsabilidad comenzaba a pesar en los locales, pero su técnico reaccionó y dio entrada al base Sangare por Dani López. Melilla no se encontraba nada cómodo, pero León tampoco tuvo un arranque excesivamente brillante del segundo cuarto. Así, en cuatro minutos de partido el parcial en el marcador era de 2-4, un muy pobre bagaje para estos dos conjuntos. León rompió esta tónica de desaciertos, y cogió la batuta firmando un parcial de 0-5 que llevaba el luminoso (26-34) la máxima diferencia a favor de los de Salvo en los dos primeros cuartos. Pero Pepe Rodríguez solicitó un tiempo muerto y los jugadores locales reaccionaron con un 5-0 de parcial que emparejó las cosas. Con Brown, Llorente y Martín Ferrer marcando la pauta, los últimos instantes volvieron a estar marcados por el equilibrio. En el tercer cuarto, sorprendió de salida Melilla, con fuerza, con un Coleman que se erigió en el protagonista. Los locales iban ampliando poco a poco sus diferencias, con cinco puntos de ventaja en el ecuador de este periodo, momento en que Quino Salvo pedía un tiempo muerto. El juego de la escuadra local era muy fluido, con equilibrio entre el juego bajo los aros y los tiros desde fuera, con una línea exterior que funcionaba y que permitió a los de Pepe Rodríguez adquirir su mayor ventaja a 2:30 del final (60-49). León se esforzó en el tramo final y maquilló el electrónico hasta el 64-57 que cerró el tercer periodo. En el definitivo cuarto, la diferencia de los locales se vio sustancialmente reducida con la aportación de un Martín Ferrer muy seguro en los tiros libres, con seis anotaciones. A Melilla empezó a temblarle la muñeca en el peor momento, por lo que León, sin hacer nada del otro jueves, firmaba un parcial de 2-9 para ubicar el electrónico un 73-71. Los locales solicitaron un tiempo muerto, pero el conjunto leonés parecía dispuesto a llevarse la victoria con dos triples muy importantes que empataron el partido a 77. Respondió Iván Humanes con la canasta a la postre decisiva para la victoria local. A 25 segundos del final falló su ataque León, que parecía darse cuenta entonces de que el mejor desenlace era una «dulce derrota», y el partido se cerró con un 79-77.