Schumacher recupera un triste trono

Michael Schumacher supo a primera hora de la mañana que su madre, que estaba en coma en un hospital de Colonia (Alemania), había muerto debido a una hemorragia interna. Pero esto no le impidió ni a él ni a su hermano, Ralf, tomar la salida del G.P. de San Marino en la primera línea de la parrilla de salida. Ni tampoco a Michael estar presente en el podio para recoger el trofeo de su 65ª victoria en F-1. Junto a Michael en el podio se situaron Raikkonen (McLaren-Mercedes), que se clasificó en segunda posición tras realizar una excelente carrera, y tras él, ocupando el tercer peldaño, Rubens Barrichello con el otro Ferrari. Fernando Alonso se situó de nuevo en los puntos, cruzando la meta en la sexta posición. Schumacher está pasando por los peores momentos de su vida, pero esto no le ha impedido durante este fin de semana hacerse con la pole position de San Marino y también con la victoria. El sábado por la tarde, nada más terminar la calificación, los dos hermanos volaron con sus respectivas mujeres hasta Colonia para estar con su madre. Por la noche, volvieron a Italia, y el domingo por la mañana llegaron por separado al circuito. La FIA emitió un comunicado indicando que eximían a Michael y Ralf de estar presentes durante las ceremonias anteriores y posteriores a la carrera, y que si se clasificaban entre los tres primeros, no hacía falta que subieran al podio. Pero Michael terminó primero, y Ralf casi estuvo a punto de ocupar también un lugar en el cajón. Y Michael sí estuvo presente en la ceremonia del podio, escuchó el himno alemán y también el italiano -por la victoria de Ferrari-, y recogió su copa. Donde no estuvo presente fue en la rueda de prensa posterior al podio. En su lugar estuvo el director deportivo de Ferrari, Jean Todt. «Michael ha conseguido hacer muchas cosas en la Fórmula 1. Ayer fue un día muy difícil para él, pero hizo su trabajo a la perfección porque sentía que así tenía que hacerlo y esto demuestra el tipo de hombre que es», comentó Todt con un gesto muy serio. La carrera de Michael fue magistral. Y eso que el equipo Ferrari llevaba una estrategia diferente a la de McLaren, con tres paradas contra las dos del equipo británico. Williams optó por hacer lo mismo que los italianos, y terminó con Ralf en la cuarta posición y Montoya en la séptima, ya que el colombiano hizo tres paradas previstas, más otra inesperada al entrar dos vueltas después de su segunda parada, en el giro 32. Si alguien decía que la Fórmula 1 era aburrida este año se está demostrando lo contrario. Desde luego, los cambios introducidos en la reglamentación por la FIA están demostrando que las cosas han cambiado, y que ahora sí que asistimos a un verdadero espectáculo, donde las estrategias durante el sábado y la carrera juegan un papel importantísimo. Michael tomó la salida junto a su hermano Ralf. Barrichello y Montoya les seguían en segunda fila, mientras que Fernando Alonso ocupaba la cuarta fila junto a Villeneuve y por detrás de Webber y Raikkonen. Ralf se hizo con al liderato al superar a su hermano Michael, seguidos de Barrichello, Montoya y Raikkonen, mientras que Fernando subió hasta la sexta posición. Las primeras vueltas fueron las del ataque de Michael contra Ralf, pero el mayor no pudo con el pequeño. En la vuelta 10 Fernando Alonso marcó la vuelta rápida de carrera, con un tiempo de 1''24«3, y esto le acercó a Raikkonen. El asturiano volvía a demostrar sus dotes de pilotaje, a pesar de la menor potencia del motor Renault contra el Mercedes. Fernando fue de los primeros en repostar, haciéndolo en la vuelta 14, bajando de la sexta hasta la octava posición, pero luego consiguió remontar, ya que su equipo cambio de estrategia y repostó dos veces y no tres como estaba previsto.