Diario de León

MADRID SE VISTIÓ DE ROJIBLANCO

El Atlético empaña el Centenario con una derrota en casa (0-1)

Osasuna logró un triunfo vital en su dramática lucha por la permanencia y un histórico «centenariazo» en el Vicente Calderón que puso fin a una negra racha de ocho jornadas sin ganar. Estaba escrito en el guión, el

El presidente del club, Jesús Gil, saluda al Príncipe de Asturias

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Ignacio Tylko - MADRID.
León

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El Atlético enfrió los fastos ya con un primer tiempo horrible, en el que sólo destacó el joven portero Juanma y terminó por desquiciar a la afición. Nadie tocó, nadie se ofreció, nadie desbordó y nadie, absolutamente nadie, supo como romper la presión avanzada de Osasuna.

Un desastre, sobre todo, en organización, con Albertini y Emerson incapaces de conectar con Jorge o Javi Moreno, cada vez más cuestionado por la grada. Con orden e inteligencia, los navarros fueron infinitamente mejores que los rojiblancos hasta el descanso. Los rojiblancos, incapaces también de romper por banda, acusaron en exceso la lesión de Luis García nada más arrancar el partido, por culpa de un resbalón. Una pena lo del catalán, baja casi segura para el partido amistoso en el que iba a debutar con la selección española ante Ecuador. 

La única ocasión de los madrileños en la primera mitad llegó a balón parado, cuando Emerson, completamente solo, no supo qué hacer con un balón que no esperaba. Sin hacer nada maravilloso, sólo a base de presión, orden, disciplina y autoconfianza, Osasuna fue dueño absoluto de la situación y dispuso de las mejores ocasiones. Antes de que Rosado anotase al borde del entreacto, tras aprovechar el rechace de Juanma y la pasividad de la zaga tras disparo de Manfredini, pudo marcar en un zapatazo de Gancedo que paró el portero del filial y un par de cabezazos de Pablo García y Valdo. 

Poco después de reanudarse el partido, Aragonés agotó los cambios. Quitó a José Mari, inoperante y alocado, y al pasivo Albertini -que instantes antes lanzó una falta al poste- y apostó por Movilla y Aguilera. Con el ex del Málaga, al menos el Atlético recuperó el balón, tocó más y encerró a un Osasuna que reculó en exceso. No creó muchas ocasiones pero sí pudo empatar en un cabezazo de Javi Moreno que salvó Sanzol y una volea de Jorge que se perdió cerca del palo. Entonces, a 20 del final, los navarros ya jugaban en inferioridad por una rigurosísima expulsión de Cruchaga, mucho menos clara que la que debió sufrir Paqui poco después y le perdonó Medina Cantalejo. Con uno menos, Osasuna supo aguantar sin demasiados sustos y certificar el naufragio del Atlético en su gran día. Y de los pañuelos de protesta a los fuegos artificiales. 

¡Puro Atleti!

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