León tendrá que hacer pasillo
Una extraordinaria exhibición de poder ofensivo y solidez defensiva del Barcelona, con David Barrufet extraordinario, ha dejado prácticamente sentenciada la final de la Copa EHF en favor de los barcelonistas después de derrotar en el partido de ida al Lukoil Dynamo Astracán en su propia cancha por 23-35. De esta manera el encuentro de vuelta del próximo sábado en el Palau Blaugrana será un mero trámite para el equipo de Valero Rivera, que está a un paso de lograr el único título continental que aún no figura en las vitrinas del club catalán. Aunque técnica y tácticamente el Barcelona, sobre el papel, era muy superior al equipo ruso lo cierto es que en esta temporada el Dynamo únicamente había sufrido una derrota en su pabellón y por una mínima diferencia (23-25), ante el Dunaferr húngaro. Ayer solamente pudo aguantar diez minutos. Tras el 12-18 en el intermedio el Dynamo salió de nuevo en tromba y por medio de Zaikine y el joven Anton Rubizov recortó diferencias (16-20,m.37) entrándose en el último tercio del segundo periodo con un claro 19-29 (m.50). Sobró lo demás.