La llama se mantiene viva

El estado de ánimo hace concebir buenas o malas sensaciones que luego pueden ser aplicables mirando a quien, con quien, y para quien. Cada uno debe buscar alcanzar sus propios objetivos, si es que han sido realmente fijados, cosa que puede dudarse mucho en algunos casos. Los fallos de los rivales siempre son bien recibidos y permiten mantener las aspiraciones. Lo ciertamente peligroso se produce cuando a pesar de los errores ajenos los aciertos propios no llegan, y entonces es cuando comienzan los problemas y el papel de la excusa resulta ser el vocablo más utilizado. Si a esto unimos que cuando se producen aciertos también los tiene el contrario, la palabra suerte se convierte entonces en la más pronunciada. Cuando sólo restan cuatro jornadas para la finalización de la competición regular dos conjuntos leoneses continúan con opciones de conseguir la clasificación para la liguilla de ascenso. En esta semana se dilucidará su devenir, y es que hay doble jornada y un fallo reducirá al mínimo cualquier esperanza de llevar la nave a buen puerto. La Bañeza y Promesas Ponferrada se la juegan al ser nulo su margen de error. Por otra parte el «filial» blanco continúa escalando posiciones en la tabla, refrendando así su segunda vuelta, mientras Atlético Bembibre y Hullera están pidiendo a voces la conclusión de la temporada. La Bañeza mantiene sus aspiraciones de luchar por un puesto en la liguilla de ascenso tras la victoria cosechada en la última jornada, que le permite recuperar la cuarta plaza. Un fallo en estos momentos es mortal de necesidad. La calidad, los nombres y la experiencia no siempre son bazas eficaces. La perseverancia, entrega y el mantener la cabeza fría y saber que hacer en momentos claves resultan ser mejores remedios. La capacidad de la plantilla debe conseguir el resto para mantener la llama encendida en la doble confrontación frente a Real Valladolid B y Gimnástica Segoviana. El Promesas Ponferrada arrancó un importante punto en tierras palentinas ante el líder. A pesar de perder la cuarta posición las opciones siguen siendo máximas, pues su desventaja es de un solo punto. El sprint final ha llegado y la solidez demostrada en casa debe volver a hacerse realidad en estos momentos. La disputa de tres encuentros en La Dehesa de San Juan y sólo uno lejos de ella ofrece un calendario bastante asequible para conseguirlo. El «nuevo objetivo» marcado por su técnico en las últimas fechas parece factible y está en el buen camino para lograrlo. La Cultural B sigue con su racha de triunfos en casa y con absoluta claridad. Sus últimos choques le permiten mirar con perspectivas altas el último trance liguero. Lo importante son los puntos para escalar posiciones, dando lo mismo la categoría del rival. Los deberes ya están hechos y el jugar sin ninguna clase de riesgo y con la tranquilidad necesaria deben ser factores para que los jóvenes futbolistas den muestras de su auténtica calidad, que es mucha. Jugar los que menos minutos lo han hecho a lo largo de la temporada puede ser otra motivación más. El Atlético Bembibre demuestra día a día su apatía, desmotivación y pasotismo que están sacando los colores, y de qué forma, a un conjunto que por nombres y fútbol en sus botas está realizando una penosa campaña. Es cierto que resulta difícil continuar con la tensión e intensidad suficientes en una competición cuando no te juegas nada, pero eso no es causa para ofrecer una imagen deplorable. El orgullo de cada uno debe aparecer en las cuatro jornadas que restan. La Hullera continúa viviendo de las rentas y lo mejor que le puede pasar es que concluya su particular calvario en el que se está convirtiendo este final de temporada. Las sensaciones del equipo no son nada buenas y el conseguir una victoria comienza a ser algo así como una misión imposible. Tal y como está ahora, el conjunto depende más de lo que hagan sus rivales que de su propio trabajo. Lo mejor de todo es que cada vez el final está más cerca. Esta semana dará dos pasos consecutivos.