SEGUNDA DIVISIÓN B
fue el único que quiso salirse de la más mera mediocridad en el que se había transformado el partido. El entrenador de la Cultural, Álvarez Tomé, incidió una y mil veces desde el banquillo para sacar de la monotonía el encuentro. Pidió intensidad entre los jugadores que deben dar calidad y marcar la diferencia sobre el cuidado césped del Amilivia. Joseba Irazusta marcó el cuarto gol del partido, pero su alegría en el festejo se la cortó de raíz el línea, que decidió anular el tanto por fuera de juego. El vasco llevó un bajonazo, después de la soberbia bota que metió. A partir de entonces, las mejores palmas se las llevó Iván Casquero cuando fue sustituido por Ivo. Los asistentes al partido en pie despidieron al defensa asturiano, que dedicó la victoria del choque a su padre, fallecido el accidente de tráfico el pasado viernes. Los últimos momentos del compromiso deportivo se caracterizaron por las quejas del público sobre el juego desarrollado por los culturalistas. Algunos aficionados, ante el espectáculo que estaban contemplando, decidieron abandonar el terreno de juego cuando todavía restaban veinte minutos para la conclusión del encuentro. La versión de fútbol negro que observaban acabó por echarles del Municipal. Quedan dos encuentros por delante para decidir si la Cultural estará o no en la liguilla de ascenso. Todo hace presumir que así será. Al menos por presupuesto y coste de los medios empleados. Demasiado dinero en el camino.