Los deportistas del Este pierden su condición de extranjeros

El Tribunal de Justicia de la UE reconoció ayer el derecho de los nacionales de los países candidatos a la Unión -desde las repúblicas bálticas hasta Turquía- a no ocupar plaza de extranjero en las competiciones deportivas profesionales de los Estados miembros. El Tribunal, con sede en Luxemburgo, se pronunció sobre el caso del jugador de balonmano eslovaco Maros Kolpak, portero del equipo de la segunda división alemana TSV Oestringen, donde se ve obligado a ocupar una de las dos plazas reservadas a extranjeros. Para la magistratura, Kolpak tiene derecho a jugar en la liga alemana sin cargar con esta condición, dado que el acuerdo de Asociación que liga a Eslovaquia con la UE y le convierte en país candidato, contempla el principio de no discriminación por nacionalidad. Todos los países candidatos a la adhesión tienen reconocido este derecho en sus acuerdos de Asociación: Lituania, Estonia, Letonia, Chequia, Eslovaquia, Polonia, Eslovenia, Hungría, Malta y Chipre -que entrarán en la UE en 2004-, Bulgaria y Rumanía -que lo harán en 2007- y Turquía. Croacia y el resto de los países de los Balcanes aspiran a obtener la condición de países candidatos. Erradicar la discriminación El Tribunal de Justicia precisó que la prohibición de cualquier discriminación se aplica sólo a los trabajadores legalmente contratados en el territorio de un Estado miembro y únicamente en lo relativo a condiciones de trabajo, remuneración o despido, no a las normas nacionales relativas al acceso al mercado de trabajo. La sentencia Kolpak se apoya en la jurisprudencia del caso Jean-Marc Bosman, un futbolista que en los 90 reclamó su derecho a jugar en la liga francesa sin ocupar plaza de extranjero, en tanto que ciudadano comunitario amparado por el derecho a la libre circulación de trabajadores.