BALONCESTO
El Sant Jordi seguirá soñando
Gregor Fucka, el ítalo-esloveno que llegó con cartel de figura y ha sido centro de críticas durante la temporada a la sombra siempre de Dejan Bodiroga, reivindicó ayer su protagonismo en el Barcelona y contrarrestó los 21 puntos de John Robert Holden, el anotador del CSKA, con otros tantos que catapultaron a su equipo a la final de la Euroliga. La afición barcelonista, mayoritaria, entusiasmada, pero siempre con las anteriores ocho derrotas en finales europeas en la memoria, tuvo que sufrir en este primer duelo, porque el conjunto de Dusan Ivkovic bordeó siempre la sorpresa de la que le veían capaz los especialistas. Los seguidores del Barcelona pudieron respirar tranquilo sólo lo que duró el 2-0 con el que se abrió el partido, porque, de inmediato, el CSKA Moscú mostró sus credenciales. El Barcelona no encontraba su sitio en la pista y tenían graves problemas para cerrar el rebote. El equipo de Pesic no levantó cabeza hasta que comenzaron las rotaciones en ambos conjuntos. La historia varió en el segundo periodo, en el que Rodríguez se situó sobre Holden para bloquear el ataque ruso y permitir que el Barcelona se fuese con siete puntos al descanso. Pero los azulgrana desaprovecharon su renta y al final del tercer cuarto estaban tres abajo. El Barcelona encontró entonces a un Fucka que le dio la vuelta al marcador. En un final de infarto el CSKA llegó a estar a un triple de la prórroga.