CICLISMO
Un Giro duro, ideal para un italiano
La 86 edición del Giro de Italia que se pondrá en marcha hoy, con una etapa en línea con salida y llegada en Lecce, para concluir el 1 de junio en Milán, presenta un recorrido bastante duro, aunque falten algunas de las montañas míticas
En la hora cero de la carrera, los Simoni, Garzelli, Casagrande y Frigo son los que más cuentan en los pronósticos locales dejando en un segundo plano a otro ilustre del pelotón italiano e internacional como es Marco Pantani, que vuelve con ganas de revancha tras los muchos problemas que ha tenido y sigue teniendo con la justicia de su país por el dopaje. Si el recorrido es duro y selectivo, de la participación no puede decirse lo mismo, y en los pronósticos, en palabras de ciclistas y directores italianos los únicos que parece que les pueden hacer sombra son el español Aitor González y el lituano Raimundas Rumsas. Una participación más floja de lo que esperaban los organizadores, especialmente su director general, Carmine Castellano, pero que por eso no va restar espectáculo aunque la lucha por el triunfo no sea tan abierta. Cuenta con alicientes como la lucha de los muchos y buenos «sprinters» que se han dado cita en la carrera y especialmente el intento de récord de victorias de etapas que puede conseguir Mario Cipollini que cuenta con 40 por las 41 que tiene su compatriota Alfredo Binda. Cipollini lo tiene todo a su favor, con el permiso de su compatriotas Quaranta y Petacchi o el australiano Robbie McEwen, el checo Jan Svorada y el español Isaac Gálvez entre otros. Además, otro de los asuntos pendientes que tiene el Giro, intentar que los asuntos de dopaje no acaparen la atención como ha ocurrido en las últimas ediciones, con redadas policiales que paralizaron la carrera y expulsión de corredores por estar vinculados a asuntos relacionados con el narcotráfico. Al margen de esos asuntos, el Giro esta marcado por un perfil montañoso, con cinco llegadas en alto, alguno de ellos un tanto atípico, como el de Zoncolan, en la duodécima etapa. Además, los escaladores cuentan a su favor con las llegadas en las cúspides de Terminillo (7a), el inédito Pampeago (14), Chianele (18, jornada en la que se pasará el monte más alto, el Esischia, de 2.366 metros de altitud) y Cascata de Toce (19). Es el menú montañoso más importante, aunque también figuran media docena de jornadas de media montaña, por los 75,5 kilómetros contrarreloj individual de los que van a disponer los contrarrelojistas en la última semana.