La Deportiva acaba haciendo amigos

El Club Deportivo Lugo ha dado un paso de gigante hacia la salvación, gracias a su merecida victoria de ayer en Ponferrada. Simón había dicho que sus jugadores plantarían cara, dado que, pese a no jugarse nada en el envite, había terceros implicados. Son los casos del Langreo (próximo rival), Marino y Corralejo, que también persiguen, como los lucenses, su continuidad en la categoría. Sin embargo, la tensión de los locales sólo duró 45 minutos. A la hora de enjuiciar la contienda, sólo cabe pues referirse a lo acontecido en su primera fase, puesto que la continuación fue un monólogo de los lucenses. Esto molestó a la grada, hasta el extremo de que el grupo de aficionados más radical del santuario blanquiazul, el Frente Norte, plegó sus pancartas durante la segunda fase por indignación con lo que estaban viendo. Sólo dejaron su muestra de apoyo hacia el todavía técnico ponferradino «Gracias Simón, más suerte donde vallas, amigo». Y es que muchos creyeron ver que allí había bastantes más «amigos» de los que reflejaba la pancarta de marras. El caso es que los de Simón se hicieron con el control del choque sin demasiada oposición, todo hay que decirlo, por parte del rival. Toñín y Cascallar hacían daño por la derecha y hasta Fuentes y Mangas penetraban por el otro lado con relativa facilidad. Sin embargo fue un centrocampista, Villa, el que puso en aprietos al meta Carlos por vez primera. Su disparo obligó al meta a emplearse a fondo. El Lugo llegó en ocasiones esporádicas hasta los dominios de Cobeño, pero nunca creó verdadero peligro. Así las cosas, Toñín se fabricó una brillante acción personal, yéndose de Rey, para servir un balón de oro hacia el segundo palo que Panadero no desaprovechó para volver a marcar con la testa, muchos meses después de que hiciera su último gol. Ya antes podían haber inaugurado el marcador los locales, tras un córner que botó Cascallar, con toque de cabeza a cargo de Tomás para que Alejandro rematara de espuela porque la pelota se le había quedado atrás. Remató alto. Pero todo fue muy distinto tras el descanso. Decisivo resultó que el Lugo empatara a los tres minutos del segundo tiempo por mediación del capitán Mario, que cabeceó a la red un balón que Pibe había centrado al saque de una falta desde la izquierda. A partir de ahí el Lugo jugó a su antojo. Cabeño tuvo que salvar otro posible gol en remate de Héctor con la zurda. La única acción de mérito de la Deportiva la protagonizó Cascallar, con una penetración marca de la casa, realizando el pase de la muerte sobre Alejandro que ni siquera contactó con la pelota cuando lo tenía todo a favor. Viti asistió a Trigo para que éste sorteara la salida de Cobeño y cuando el gol parecía hecho terminó por cruzar en exceso a puerta vacía. No perdonó más tarde en un saque de falta con la izquierda que terminó con el balón en las mallas tras golpear en el poste, para delirio de las «Brigadas lucenses» que lo celebraron con alborozo junto a sus jugadores. Rafa hizo el tercero en una gran jugada, después de deshacerse de dos contrarios. Con todo, el Lugo todavía mandó tres balones a los postes, en medio del desaguisado en el que vivía la Deportiva, en cuyo descargo debe decirse que jugó 25 minutos con uno menos por la expulsión de Igor.