Políticos en clave de lucha leonesa

Ya saben lucha leonesa, lucha por León. Hemos dudado si titular «Votos en clave de lucha leonesa». No lo hacemos para que no se tilde de orientación y dirigismo electoralista. Aparte de la probada y tradicional neutralidad de esta columna -comprometida sólo con la leonesidad de nuestra lucha-, nos lo hubiéramos puesto difícil ante esa hipotética intencionalidad desde el «espíritu de la lucha leonesa/ lucha por León» ¿Proselitismo electoralero en qué dirección, en favor de quién...? De un PP provincial que «coloca al frente de nada menos que de las provinciales infraestructuras y de Deportes/ Cultura al cartero y al panadero del pueblo, y en el caso deportivo (y, ay, cultural) con el escarnio añadido de «exluchador con arcaica mentalidad aluchera»; paradójicamente al frente de las escuelas deportivas de la Diputación se halla un técnico tan vocacional y evolucionista como José E. Fernández Estrada: se da la circunstancia de que precisamente hace un par de semanas señalábamos que tenían incorporada la lucha femenina a su campeonato de escuelas de otoño («otro no» salió por mor de los duendecillos). O en el plano deportivo literal de la lucha un PSOE o una UPL a quienes su imaginación y sensibilidad luchístico leonesa no les permite pasar de ofrecer un «luchódromo» en algún programa electoral (UPL) o en sus proyectos más o menos frustrados (PSOE de San Andrés). O en el plano deportivo general, la insensibilidad de unos y otros para no inmutarse y permanecer impasibles ante la afrenta de un titular del diario «Marca» de hace 10 ó 12 días -¡fechado y remitido desde León!- refiriéndose al Ademar como equipo castellano ¿y por qué no cántabro, o riojano...? Conviene sentar estas bases referenciales como punto de partida y para despejar -de reticencias- la cancha, o sea el «corro». En esta línea de sentar principios, pueden resultar ilustrativas las palabras de nuestro director Fernando Aller del pasado 27 de abril en su sección dominical «La Semana»: que el hecho diferencial se traduzca en algo más que palabras. Aplicado de bote pronto a la lucha leonesa ¿habrán tomado conciencia los leonesistas de la UPL de lo significativo -tristemente- de que la Banda Municipal de Astorga tuviese que ocupar el lugar que correspondería a la furia y casta leonesa/ han hecho de este deporte inmortal/ para orgullo de un pueblo/ que le dio su identidad»). Y sin salirnos del himno, que éste y los romances no se pueden adquirir debido a esa especie de «bloqueo diputacional» (lanzamiento/ promoción, puesta en órbita y comercialización llegado el caso) al ser también diputacionales los -digamos- derechos de distribución y demás. Por no hablar de los municipales incumplimientos, camelos en torno a los compromisos económicos del consistorio capitalino con el Ademar. Y, para que siga habiendo para todos, una UPL gobernante en Villaquilambre, que parece no caer en la cuenta de dedicar una calle de entre las tantas como están surgiendo en el creciente municipio, a sus legendarios luchadores Cayo de Celis y Felipe León. Reivindicación de la leonesidad de la lucha leonesa, versus reivindicación de la leonesidad de León. «La leonesidad -dijo en cierta ocasión V. Crémer- no es lo mismo que leonesismo y como no es igual hispanismo que hispanidad: leonesismo es lo que se tiene y leonesidad es lo que se da». Y lo que se nos pretende arrebatar -ante la indiferencia de los políticos leoneses- añadimos por nuestra humilde cuenta. Por la cuenta que nos tiene: Del astorgano Ricardo Gullón, Premio Príncipe de Asturias: «me siento profundamente español y profundamente leonés, pero en ningún caso me siento castellanoleonés porque, entre otras cosas, no sé lo que significa» ¿Perversión semántica, deformación -interesada- lingüística...? Un asturiano de Luarca no toleraría que le dijeran «asturgallego». Aquí vale todo, se pasa por todo... y así nos va en todo. Recuerdan...? «Que el hecho diferencial se traduzca en algo más que palabras» Un compromiso con la identidad leonesa. Una conciencia emergente de leonesidad. Retomando a Crémer: León es un compromiso del alma y un deber del corazón... Aquí fue un hombre, pisad fuerte la tierra que lo cubre y hallaréis el pálpito de un Pueblo: «Crónica de una resurrección anunciada» parafraseando a García Márquez. Posicionarse y comprometerse sin avergonzarse ni arrugarse. Lucha leonesa, lucha por León. Al modo y manera que desde el Ademar lo hace Juan Arias... que no es político; o precisamente por eso. Y los de a pie, la cazurra muchedumbre/ mansedumbre a desenmascarar a los políticos desconectados de la realidad leonesa; a quitarse la boina -y en clave de deporte político leonés- a «echarles a gorrazos».