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Publicado por
MARTÍN
León

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Analizando lo ocurrido en la Copa del Rey de Balonmano, las secuencias determinantes de que el título se fuera para Ciudad Real, posiblemente con total merecimiento, encontramos un denominador común en la actuación de los porteros. Muy particularmente en la final, donde Barrufet sencillamente no estuvo y Hombrados firmó una actuación sobresaliente, determinante para que fuera elegido el mejor jugador del torneo. Mal Barrufet y mal Valero Rivera quien se «empeñó» en jugársela con un portero que no tenía su día, sin confiar en el suplente que, por cierto en el poco tiempo que le concedió, fue bastante mejor. Desde las primeras eliminatorias, y por supuesto en la jugada por Ademar contra el Valladolid. Sierra, el meta pucelano, fue un auténtico baluarte, tanto Kasper y Torrego, sin estar mal, no tuvieron su día. Y sabido es que Ademar depende mucho de la actuación de los guardametas para cimentar su juego de contra, auténtica arma letal del equipo, como quedó evidenciado cuando en los últimos minutos tuvieron los mejores aciertos, y la velocidad en el contragolpe, con Juanín como conductor y Colón de perfecto acompañante, llegaron a poner el marcador en un solo gol de diferencia, canto del cisne ademarista antes de morir en la eliminación. Por cierto que, en esos momentos brillantes fue Juanín -no me cansaré de decir, siempre Juanín- quien subió el balón actuando como central, recordándome sus mejores días de juvenil, cuando jugaba en tal puesto en el equipo del colegio Marista. Durante toda la temporada Ademar ha acusado las carencias en puesto tan importante, no en vano es el que lleva la manija del equipo, carencias acentuadas por las lesiones sufridas por Marne que le llevaron a pasar por el quirófano, dejando al equipo casi huérfano en el puesto; porque la solución Muñoz, más lateral que central, no fue suficiente. El fichaje de Zorman, remediará el mal. Hay que hacer notar como los dos finalistas, Barcelona y Ciudad Real, estuvieron a punto de quedar en las eliminatorias. Barcelona sufrió para vencer al Altea en semifinales, donde el meta Norklit brilló con luz propia, y al Ciudad Real le salvó la campana de la prórroga en la primera eliminatoria ante el Cantabria, (Atención a este equipo para la temporada próxima, por muchas razones).