Karjakin se enfrenta hoy a 12 famosos a través de Internet

Los preliminares de la XVI edición del Magistral Ciudad de León, que comenzará el próximo día 6 en el auditorio del edificio de la Junta de Castilla y León, no puede tener un comienzo más espectacular. El más joven gran maestro del mundo, el ucraniano Sergei Karjakin, tendrá hoy como adversarios, a partir de las 17,00 horas, en el Club de Prensa de Diario de León ( Gran Vía de San Marcos, nº 8 - entrada por la calle Fajeros), a 12 personalidades del mundo del deporte como Radomir Antic, entrenador del Barça, el ex futbolista Quique Setién, los actores Óscar Ladoire y Miguel Ángel Solá, además de los campeones escolares de Castilla y León. Todos ellos se enfrentarán, vía internet, desde sus casas, con el prodigio ruso, al que ya todos los especialistas ven al futuro Campeón del Mundo. Esta modalidad de juego, la primera que se celebra en la historia del Magistral, mostrará a los aficionados y expertos la versatilidad que el juego ciencia tiene para adaptarse a las nuevas tecnologías informáticas y hacerse más ágil y atractivo lo que redunda en beneficio de espectadores y jugadores al permitir el acceso directo al desarrollo de las paridas por internet y al estudio de las capacidades creativas de cada jugador desde el momento que se enfrenta a un gran maestro. Se desconoce el nivel de los adversarios de Karjakin pero seguro que alguno de los 12 rivales tendrá un nivel más que aceptable para presentar alguna resistencia a este prodigio de las sesenta y cuatro casillas. «Seré campeón a los 18 años» «A los 18 años seré campeón del Mundo», manifestó el ucraniano que aventaja al mítico Bobby Fischer en dos abriles a la hora de ser el más joven gran maestro de la historia de este deporte. Con 2600 puntos de ELO Karjakin escala los puestos de elite, con un juego emprendedor, científico y revolucionario. «El que sea el jugador más joven del mundo, dijo, no es sólo cuestión de un talento especial sino producto de un esfuerzo y un estudio continuados además de tener buenos entrenadores y preparadores además de patrocinadores». Karjakin rechaza rotundamente el apelativo de «niño prodigio» porque se siente una persona de lo más normal y sin complejos. «Nunca», señaló «me he sentido como uno de esos niños a los que todos miran como una atracción de feria por sus logros, yo soy una persona de lo más normal, sin ninguna cualidad especial que me distinga de los jóvenes de mi edad. Soy como cualquier otro».