Karjakin pone en liza su talento frente a la veteranía de Topalov
El duelo entre ucraniano y búlgaro ofrece perspectivas de triunfo parejas para ambos
Cada uno de los cuatro grandes maestros que participan en León posee un estilo y un temperamento que le distingue del resto de sus colegas, y tanto sus cualidades lúdicas como estratégicas y tácticas les definen perfectamente a la hora de sentarse ante sus rivales. Karjakin y Topalov que hoy cruzarán sus armas a partir de las 16.30 horas, son dos jugadores de estilos parecidos, pero con unas características especiales que otorgan a cada uno de ellos esa peculiaridad específica de luchadores innatos. Karjakin tiene a su favor la juventud, la agresividad, la rapidez de reflejos, la garra y la ilusión para enfrentar cualquier tipo de posición con la fuerza de un gran maestro muy joven y la veteranía de un jugador experimentado. Karjakin rechaza rotundamente el apelativo de «niño prodigio» porque se siente una persona de lo más normal y sin complejos. «Nunca, señaló, me he sentido como uno de esos niños a los que todos miran como una atracción de feria por sus logros, yo soy una persona de lo más normal, sin ninguna cualidad especial que me distinga de los jóvenes de mi edad. No me gusta el colegio porque allí no me van a enseñar lo que yo quiero saber de ajedrez ni a llegar a campeón del Mundo. Cuando estoy en casa estudio por mi cuenta especialmente el inglés que es muy pobre. Me gustará conocerlo a fondo». Un adversario experimentado En frente la experiencia de Topalov en los más grandes torneos y matches. La veterania de haberse enfrentado ya a los mejores del mundo y haberles derrotado con sus propias armas. Optimista y simpático el gran maestro búlgaro siempre ha contado con la afición de la juventud donde quiera que juega y en León en concreto con el cariño de una afición que sabe que cuando él juega la palabra tablas no está escrita en el diccionario. Y es que en un match de este nivel a veces la experiencia es un grado para llevarse el objetivo fijado.