Ferrero necesitó más de dos horas largas para doblegar a Costa

El valenciano Juan Carlos Ferrero jugará por segundo año consecutivo la final de Roland Garros. Se impuso en el partido de la penúltima ronda al ilerdense Albert Costa, defensor del título, por 6-3, 7-6 (5) y 6-4 en dos horas y cuarenta y cuatro minutos. Su rival será un debutante en el torneo, el holandés Martin Verkerk (46 del mundo), la gran revelación de la prueba, un auténtico «cañonero» por la fuerza de su saque, que en la otra semifinal derrotó al argentino Guillermo Coria, séptimo preclasificado, por 7-6 (4), 6-4 y 7-6 (0) en dos horas y cuarenta minutos. Juan Carlos Ferrero se ha desquitado ante Costa de la derrota sufrida hace un año en aquella finalísima que se adjudicó el ilerdense. Esta vez todo rodó de diferente manera y a favor del de Onteniente. Ferrero, deseoso de conquistar el título, se mostró más acertado que el catalán. Aunque varias veces falló con la dejada, en general sus recursos fueron superiores en rendimiento a los de su adversario. Costa, que en partidos anteriores había protagonizado auténticos maratones, en esta oportunidad no pudo controlar el tenis del valenciano. Una dejada fallida de Costa en el noveno juego dio a Ferrero el primer set. Para resolver el segundo fue necesario recurrir al desempate. Resultó ajustado para decantarse a favor de Juan Carlos. En el tercer período, con una ruptura de cada uno antes de producirse la segunda de Ferrero en el séptimo juego, el partido tomó rumbo hacia el de Onteniente. Ese juego culminó con una sorprendente caída de espaldas de Albert Costa y prácticamente allí se fraguó lo que después sería su derrota. El encuentro se zanjó en el décimo juego, en la segunda bola de partido, con un golpe de derecha de Juan Carlos. Ferrero sumó siete puntos de saque directo por los seis de Costa. El catalán, con siete dobles faltas, superó las cuatro cometidas por su rival. «Trataré de aprovechar esta nueva oportunidad», dijo Ferrero poco después de abandonar la pista a la televisión francesa. El enemigo de Juan Carlos Ferrero en la final se llama Martin Verkerk. Es un tipo ingenioso. Fue mujeriego y parrandero. Noctámbulo. Discotequero. Durante una parte de su vida (18 a 21 años) se entregó a la farra casi constante. Ahora, este muchacho de 24 años, es otro muy diferente. La revelación El holandés Martin Verkerk continúa su andadura en Roland Garros. Verkerk, número 46 en la Lista de Entradas de la ATP, confirma su condición de revelación del torneo galo y demuestra que su victoria en cuartos ante el español Carlos Moyà no fue fruto de la casualidad. Tan sólo cuenta con un título dentro del circuito, logrado este año en Milán.