Los apuros por el tiempo llevaron a unas inesperadas tablas finales

Con suma parsimonia comenzó la teóricamente última partida del encuentro con Topalov abriendo el juego a base de una apertura inglesa, que siguió los cauces teóricos. Tras cambiar tres piezas menores, la posición mantiene la igualdad, sólo otorgándole al blanco la pequeña ventaja de salida El niño jugó a por todas, exponiendo desde la apertura al máximo. Topalov se defendió con calma, pero así y todo, la presión de las piezas negras era importante y tuvo que resignarse a entrar en un final algo inferior. Los apuros de tiempo inclinaban la balanza hacia un lado y otro constantemente, pero siempre favoreciendo al búlgaro, que tenía algunos minutos de ventaja. Cuando todo hacía esperar que la victoria de Karjakin fuera inminente, la partida dio un vuelco brusco, y Topalov pudo arrancarle las tablas que le dan el paso definitivo a la final del domingo, a la espera del cruce entre Ponomariov y Paco Vallejo.