Ronaldo y Raúl devuelven al Real Madrid la Liga que tenía la Real Sociedad (0-4)
El Real Madrid vivió su noche soñada en feudo rojiblanco. Se paseó con grandeza por el Manzanares, acalló a una hinchada rival destrozada por la evidencia y salió por la puerta grande, con media Liga en el bolsillo gracias a su inmenso acierto
Liderado por los geniales Ronaldo y Raúl, que firmaron dos goles por cabeza y volvieron a dejar patente que el Atlético se les da de cine, el equipo de Vicente Del Bosque resolvió la cita con pasmosa facilidad. El Madrid humilló a un vecino pobre víctima de su impotencia, su nerviosismo, su falta de dirección y su calamidad defensiva. El Real Madrid fue infinitamente superior al Atlético en todo, hasta en la tranquilidad. Después de lo visto, pareció que los rojiblancos eran los que se jugaban la Liga porque salieron alocados, histéricos, fuera de sí, completamente enajenados. Ansiedad Tantas ganas tenían de aguar la fiesta a los ricos vecinos de la capital que cayeron presos de un ataque de ansiedad. Recibieron el justo castigo que se merece quien encuentra gozo en el mal ajeno y pretendía salvar una temporada gris dejándole en bandeja la Liga a la Real. El Madrid, con más clase, experiencia, prestancia y saber estar, aprovechó los errores locales en defensa, su mayor técnica y su inmensa pegada para resolver el derbi en apenas media hora. A partir de ese instante, quien más y quien menos estuvo pendiente, a orillas del Manzanares, del resultado que cosechaba la Real en Balaídos. El equipo de Del Bosque sólo sufrió en los primeros cinco minutos, cuando Casillas cumplió el guión de toda la temporada y salvó a su descentrado equipo al desviar un tiro envenenado de José Mari. A partir de ahí, coser y cantar para los merengues, con un Ronaldo magistral. En su primera intervención, instantes después del paradón de Casillas, el brasileño rompió la pésima defensa en línea del Atlético y agarró un zurdazo que superó a Esteban por el palo que defendía. Los blancos ya tenían medio partido ganado en apenas seis minutos. Esa ventaja, acompañada de la derrota donostiarra, les daba aplomo e impedía al Atlético desplegar el contragolpe, su mejor arma. Lejos de darle cierta pausa al partido, los de Aragonés jugaron con enorme desesperación. Una especie de inmolación frente a un adversario plagado de estrellas baqueteadas. El Madrid tampoco perdonó en su segunda llegada al área. Figo extrajo oro de una mala medición de su amigo Sergi, puso un balón de oro y Raúl, sabedor de lo que se jugaba, se coló entre los desorientados zagueros y no erró, con Esteban fuera de sitio y ya batido. Y en el tercer grave error «colchonero», a la salida de un córner, Ronaldo certificó el 0-3 como Pedro por su casa. Antes, Luis Aragonés reconoció tácitamente su error de inicio y retiró a Otero -¡vaya despedida la suya de Madrid!- para dar entrada a Jorge. Curioso que para un partido de este calibre el Atlético no tuviera ningún delantero en el banquillo, ya que su técnico prescindió de Javi Moreno y Correa. Con todo resuelto, la segunda mitad apenas tuvo historia. El Atléticó lo intentó, con vergüenza torera, pero todos sus ataques fueron fuegos de artificio. Al contragolpe, el Madrid pudo haber logrado una goleada mucho más escandalosa. Acertó Raúl en un balón parado que volvió a ridiculizar al entramado defensivo rojiblanco, y Ronaldo desperdició tres ocasiones pintiparadas que le hubieran acercado a los 25 goles que prometió. Fue tal la superioridad merengue que Del Bosque se permitió el lujo de retirar a sus figuras. Los madridistas tienen media Liga gracias a la derrota de la Real Sociedad en Balaídos El Atlético salió muy nervioso al campo, todo lo contrario que su rival, en todo momento tranquilo La segunda mitad apenas tuvo historia, con los atléticos en busca de un gol imposible