En Santiago aún alaban su trabajo con el Compostela
El Compostela acabó la liga de Segunda División en la novena posición, pero esta temporada hizo historia porque ha sido una etapa extremadamente difícil por las condiciones económicas por las que atraviesa la entidad. El conjunto que entrenó Duque acumula un año sin cobrar, de ahí que tantos estos como los empleados han dado una lección histórica de profesionalidad. De hecho, pese a no haber asegurado la permanencia hasta la penúltima jornada con un triunfo a domicilio frente al Levante sólo en seis de las 42 jornadas ocupó puesto de descenso. El equipo hizo una primera vuelta discreta en la que consiguió 24 puntos y acabó decimoquinto. Mientras que en el terreno extra deportivo, a mediados del mes de enero los futbolistas estuvieron a punto de hacer una huelga para reivindicar los seis meses que llevaban sin percibir sus mensualidades. Ánimo por los suelos Al comienzo de la segunda vuelta el ánimo de los jugadores del Compostela parecía haber tocado fondo. En los primeros cinco partidos los blanquiazules sumaron dos de los 12 puntos. Tras la derrota ante el Getafe y una reunión en el vestuario, decidieron prescindir de la situación extra deportiva y aunar aún más esfuerzos para lograr la permanencia.