Masiva afluencia de pescadores en los ríos leoneses y también en los de provincias limítrofes
La temporada del cangrejo rojo se abre con buenos resultados y altas calidades
Tras los primeros días se reducirán el número de pescadores y el de crustáceos
Cuando ya han transcurrido cinco jornadas desde la apertura, el pasado domingo, de la veda del cangrejo rojo, los aficionados siguen acudiendo a pescar de forma masiva a pesar del riesgo de tormentas, especialmente a Zamora y Valladolid. En las aguas abiertas de León se está pescando algo menos, aunque tanto el Jamuz como el bajo Esla están dando bastantes cangrejos. Tras estos primeros días de abundancia se reducirá tanto el número de pescadores como de crustáceos, pero nunca será difícil conseguir una buena cesta. Las primeras jornadas han resultado realmente fructíferas. Especialmente el primer día era prácticamente imposible encontrar sitio en lugares tradicionales como Santa Cristina de la Polvorosa, Mozar o Villalpando. Baste un ejemplo El día anterior a la apertura de la veda unos aficionados leoneses acudieron a coger sitio a las tres de la tarde en las proximidades de Benavente, encontrándose con una orilla totalmente ocupada. El bazo de vaca, cebo utilizado tradicionalmente, ha sido sustituido por trozos de boga, carpa o chicharro, pues a raíz de la enfermedad de las vacas locas resulta difícil de conseguirlo. Por otro lado, la venta de reteles se ha incrementado de forma notoria, pese a que la mayoría de aficionados ya cuentan con suficiente número. Los aficionados vuelven a recordar la década de los setenta, cuando la familia entera acudía a pasar una tarde de campo, merienda incluida, y aprovechaba para pescar los sabrosos crustáceos, parte de los cuales, iban a parar a la paella elaborada a la misma orilla del río. No resulta exagerado afirmar que, en estos primeros días, se han pescado miles de docenas de cangrejos. Lógicamente, el ritmo se irá reduciendo, pero con cierto esfuerzo conseguir diez o doce docenas no es muy difícil. Desde el punto de vista gastronómico, parece que la calidad va mejorando y que, bien cocinados, resultan un excelente manjar. Hay quien afirma que depende de zonas y de épocas. El rápido crecimiento de este crustáceo hace que mude con frecuencia el caparazón, siendo este el momento en que son más vulnerables y de peor sabor. Lo que si parece evidente es que su avance resulta imparable. Además de que resultan incontrolables las repoblaciones realizadas por los aficionados, es capaz de extenderse hasta un radio de veinte kilómetros por año. Se defiende mal en las corrientes y aguas movidas, tampoco aguanta las bajas temperaturas, pero puede resistir periodos de sequía. Parece que, además de las zonas donde se ha abierto la veda, ya coloniza determinadas charcas y mangas a la altura de Palanquinos, por lo que tal vez deberían ampliarse las zonas de pesca de cara a la próxima temporada. Abrir nuevas aguas para su pesca es, sin duda alguna, la mejor forma de control. Cangrejo rojo y cangrejo señal El denominado cangrejo rojo, de Luisiana o de las marismas, al que nos estamos refiriendo, es una variedad originaria de los Estados Unidos y Norte de México. En 1930 fue importado a Japón, donde se extendió rápidamente por los arrozales hasta convertirse en una auténtica plaga. Introducido en Kenia (Africa) provocó graves alteraciones ecológicas. En Europa sólo se tiene constancia de su existencia en la Península Ibérica donde, en 1.974, fue importado para repoblar las aguas del Guadalquivir. De año en año se ha ido extendiendo y su comercialización en vivo ha podido ser la causa de la extensión de la peste del cangrejo "afanomicosis" que acabó con las poblaciones del autóctono, ya que cualquier desaprensivo pudo soltarlos. Es portador de la enfermedad aunque no le afecta y se reproduce de forma extraordinaria, ya que al año adquieren la madurez sexual. Su tamaño es similar al autóctono, aunque pesa menos pues el abdomen puede estar medio vacío. Es muy voraz y capaz de soportar concentraciones muy bajas de oxígeno. Desde el punto de vista gastronómico es peor que el autóctono, si bien depende de las aguas. El cangrejo señal, que sin duda es el más adecuado para sustituir a los autóctonos de aquellas zonas donde han desaparecido por completo, procede también de América del Norte. Es originario de la costa Oeste de los Estados Unidos y Canadá, donde coloniza aguas más frías. A raíz de la desaparición del común, fue introducido con bastante éxito en Suecia y Finlandia, más tarde en Austria, Alemania y Francia. Se intentaba sustituir al desaparecido por la peste y de paso dotar a las aguas de estos auténticos basureros de río. En España las repoblaciones realizadas en el Ucero (Soria) y en el alto Duero han dado muy buenos resultados y ya se pescan con normalidad. Se adapta a temperaturas más bajas y puede ser el ideal para repoblar los ríos leoneses. Su aspecto y peso son bastante similares al autóctono, si bien su calidad gastronómica es inferior. Lo mismo que aquel no alcanza la madurez sexual hasta los cuatro o cinco años. Su introducción en algunas zonas de León ha sido positiva, pero la Jefatura de Pesca no se decide todavía a abrir la veda en espera de que sus poblaciones se consoliden.