Carlos Queiroz inicia la revolución pacífica del entramado blanco

«Carlos Queiroz nos ayudó a introducir nuevos criterios en la preparación física, un argumento donde en el Manchester estábamos un poco retrasados», dice Alex Ferguson, quien dio al técnico portugués la oportunidad de modernizar las estructuras de trabajo en Old Trafford. La recta final del United en la Liga tras lograr remontar ocho puntos de distancia al Arsenal en los dos últimos meses le sirvió a Queiroz para que su trabajo fuera ensalzado. Que el Manchester llegara fuerte físicamente a la hora de la verdad agrandó su figura. En el Real Madrid, Queiroz ha comenzado ya su revolución silenciosa. El nuevo Madrid será más atlético, más físico. Y para ello ha orientado su proyecto en dos direcciones. Primero, incorporando a Walter di Salvo, hasta la fecha preparador físico del Lazio, un técnico que llevaba quince años en el club romano, cinco de ellos al lado de Ivan Carminati. Di Salvo, de 40 años, es profesor de la facultad equivalente al INEF en España y es alumno de la promoción del año 92 en Coverciano. Di Salvo y Queiroz se conocieron hace cinco años en un curso de doctorado en Lisboa. Allí se ganó la confianza del portugués, que ya el año pasado intentó llevarle a Manchester. Di Salvo llega a Madrid hoy para firmar un contrato por dos temporadas. No es el primer italiano que está en el mercado europeo de la preparación física. Otros como Pincolini ya estuvieron en el Atlético de Madrid con Arrigo Sacchi, Pintus viajó con Vialli al Chelsea, el mismo Di Biasi también en el Real Madrid en la etapa de Fabio Capello. En segundo lugar, Queiroz apuesta por la flexibilidad en un equipo especial, pues el Real Madrid cuenta con un carrusel de estrellas que seguramente darán menos opciones de cambio de las que tenía en el United. La mejora del sistema defensivo en Manchester fue uno de sus triunfos. Encajó 31 goles en su mandato al lado de Ferguson por los 45 goles que le endosaron al club inglés en la campaña anterior, antes de su llegada. Ferguson le aplaude la intuición que tuvo al colocar a Phil Neville como mediocampista defensivo para suplir la baja por lesión de Roy Keane. Y acertar en el día clave.