Virenque se viste de amarillo en la primera etapa alpina del Tour de Francia
El francés Richard Virenque, cinco veces rey de la montaña en el Tour, irrumpió en los Alpes fiel a su estilo épico y no sólo ganó escapado la séptima etapa entre Lyon y Morzine Avoriaz, de 230,5 kilómetros, sino que se vistió de amarillo como nuevo líder. Virenque, de 33 años, un escalador a la vieja usanza, combativo, de los que siempre animan la carrera cuando llega la montaña, soñaba con ganar una etapa en el Tour del Centenario, pero no la locura completa al unir a su exhibición de fuerza y bravura el maillot de líder de la general y el de la montaña. La hazaña del francés es la sexta de su carrera en el Tour, donde ha elegido siempre lugares legendarios para entrar en campeón, como Luz Ardiden (1994), Cauterets (1995), Courchevel (1997), Mont Ventoux (2002) y Morzine en dos ocasiones (2000 y 2003). Su carrera, salpicada por el escándalo Festina del 98, reverdece en las filas del Quick Step, en el que Lefevre, su patrón, le tendió la mano. El francés nacido en Casablanca invirtió un tiempo de 6h.06.03 en la etapa más larga de la presente edición. Una carrera que tardará en olvidar porque pudo rubricar con éxito una escapada de 189,5 kms, primero acompañado de 4 corredores a los que hubo de alcanzar cuando abandonó el pelotón en la subida del Col de Portes (km 56), y más tarde en solitario después de quemar a sus rivales uno a uno. Virenque entró brazos en alto con una ventaja de 2.29 sobre el alemán Rolf Aldag, y 3.45 sobre Sylvain Chavanel. Armstrong, Beloki, Iban Mayo, Ullrich, Mancebo y Heras pasaron la meta a 4.06 del vencedor. Víctor Hugo Peña pronto dijo «Au revoir» al jersey amarillo después de tres días de euforia. Perdió 25 minutos. Su compatriota Santiago Botero y el italiano Gilberto Simoni, vencedor del Giro, sufrieron un serio descalabro y llegaron a 10.21. El líder del Saeco salió enfermo de Lyon. También se apuntó al grupo de las decepciones el último ganador de la Vuelta Aitor González, ya lejos de la lucha por el podio tras ceder 8.38 en meta, lo mismo que Angel Casero. El grupo de favoritos se vio sorprendido por la fuerza de Virenque y no pudo anular la fuga. A pesar del control del US Postal el cambio previsto de líder no se produjo de las manos de Peña a las de Armstrong. El acto protocolario se deberá aplazar el tiempo que aguante el francés al frente. En Alpe D'Huez, otra vez en su hábitat natural, contará con una renta de 2.37 respecto al americano, segundo en la general. Beloki es sexto a 3.09, Ullrich noveno a 3.15 y Mancebo decimosexto a 4.06. Sin novedad en la alta jerarquía del pelotón. El Col de la Ramaz (1a), a 22 kms de meta, fue escenario de ataques de todos los colores y punto más animado de la maratoniana carrera. Allí se desprendió Virenque de su compañero Bettini, campeón de la Copa del Mundo y de sus socios de fuga, el alemán Rolf Aldag, el gigante rodador del Telekom y de su compatriota Benoit Poilvet, del Credit. Españoles en guardia En los 14 kms de ascenso lo intentó el kazajo Vinokurov, pero la guardia española del US Postal compuesta por Heras, Rubiera y Beltrán no permitió alegrías. El jefe tiene un seguro de vida con dicho trío cuando las carreteras miran al cielo. Tendrán trabajo a partir de ahora por culpa del incombustible Richard Virenque, un invitado inesperado. Hoy, cita con la historia en la octava etapa del Tour del Centenario que unirá Sallanches y Alpe D'Huez a través de 219 kilómetros. La primera llegada en alto tendrá como escenario una cima que inauguró en 1952 el mítico Fausto Coppi y conquistó en 2001 Lance Armstrong. Los corredores deberán superar antes otro coloso de categoría especial, el Galibier (2645 metros), con sus 18,2 kms que siguen al Telégrafo, de 12. Serán el aperitivo antes de afrontar los 14 kms y 21 cerradas curvas del Alpe D'Huez , donde espera una pagina de oro del Tour al vencedor.