Iban Mayo, segundo español que conquista la mítica cima de Alpe d'Huez

Iban Mayo ha escalado un peldaño más, decisivo, en el Olimpo del deporte internacional. Ha ganado en una de las llegadas míticas del ciclismo mundial. Mayo mostraba su alegría al mundo dando besos a los aficionados, agarrándose la cabeza. Esa alegría le salía por todos los poros de su cuerpo. Era una alegría desbordante, la del corredor que sabe que ha dado un golpe que va a cambiar su vida, deportiva y personal. Mayo, que está cubriendo la temporada de su vida, se ha colocado en tercera posición de la general, a 1-17 de Lance Armstrong, con Joseba Beloki en segundo lugar, a 40 segundos. Mayo, que no se movió camino de Morzine, cuando Richard Virenque iba escapado, puesto que la etapa ya tenía ganador, actuando de una forma inteligente, reservó fuerzas para un lugar escogido, L'Alpe D'Huez, donde otro corredor vizcaíno, Fede Etxabe, había ganado en 1987. Mayo aprovechó el momento en el que Armstrong aceleraba para responder al primer ataque de Beloki, a siete kilómetros de la cima de Alpe D'Huez. Cuando Armstrong neutralizó a Beloki, Mayo lanzó uno de esos ataques secos, duros, un latigazo al que es muy difícil responder. Lo hizo para ganar. Armstrong no le respondió, como no lo hizo en el Dauphiné. Con la camiseta abierta, igual que Zubeldia, para intentar mitigar el calor humano que había en las veintiún curvas de la ascensión, Mayo sólo miró una vez hacia atrás, al principio. Luego ya no vio a nadie, más que a su sombra, y a las miles de personas que escoltaron su victoria. En cada pedalada que daba iba ganando la etapa. Ni siquiera se preocupó en la meta de los segundos que sus muestras de alegría le podían costar. En crecimiento Iban Mayo, el corredor al que ningún equipo español quiso fichar cuando era aficionado, sigue creciendo como ciclista de una forma gradual, imparable. Mayo ganaba en Alpe D'Huez y Lance Armstrong se colocaba de líder, con Joseba Beloki en segunda posición, a 40 segundos, pero no ha dejado el Tour decidido. Es más, se puede decir que la carrera sigue estando muy abierta. Junto a Iban Mayo, el otro gran protagonista de la etapa reina de los Alpes ha sido Jose Beloki. Hasta cuatro veces le atacó a Armstrong en los 13,7 kilómetros de subida. El primer ataque de Beloki se produjo de lejos, a diez kilómetros, que es donde se puede hacer daño. Se movería tres veces más. Dio la cara el corredor de la Once-Eroski. Hasta Hamilton probó con su compatriota, que no es el mismo corredor de los dos últimos años, al menos subiendo. Beloki probó al americano Beloki comprobó que Armstrong no salía a por él y eso puede hacer oscilar la carrera en los Pirineos. El resultado de la contrarreloj se antoja clave para el futuro de este Tour. Otros tres corredores que realizaron una gran etapa fueron Haimar Zubeldia, que protegió perfectamente el ataque de su compañero Iban Mayo, Roberto Laiseka, y Paco Mancebo (iBanesto), que como es habitual en él fue de menos a más, a su ritmo. La etapa fue un festival puesto que Mancebo, Zubeldia, Beloki y Roberto Laiseka entraron a 2-12, junto a Armstrong. Y el americano ya es el líder del Tour. «Hoy no he estado super y los ciclistas españoles me han puesto la etapa bastante complicada» LANCE ARMSTRONG Líder de la carrera