Beloki abandona el Tour por caída y allana el caminar de Armstrong

El calor en la despedida de los Alpes es agobiante. A ese calor natural se unió ayer, 14 de julio, día de la fiesta nacional francesa, la caída sufrida por Joseba Beloki, a cuatro kilómetros de la llegada, en el descenso del puerto de la Rochette. Beloki, que había vuelto a atacar a Lance Armstrong en el puerto de Saint-Apollinaire, estaba en cabeza del grupo perseguidor del kazajo Vinokourov, que sería finalmente el ganador de la etapa, cuando tiró de los frenos, se le fue la rueda trasera, intentó rectificar su trayectoria, se le salió el tubular trasero y se fue al suelo. Armstrong, que iba pegado a él, por no decir que parecía estar soldado a su rueda, consiguió esquivar esa caída y siguió encima de su bicicleta por un prado, hasta volver a coger de nuevo la carretera. Se bajó de la bicicleta, la cogió, pasó a pie una hondonada del terreno y se colocó en la carretera para unirse al grupo de cabeza. Mientras, Beloki no se movía del suelo. Sus compañeros, el portugués José Azevedo y el alemán Jacksche, intentaban hablar con él, pero Beloki no respondía. Llegó el coche de Manuel Saiz. Beloki seguía sin poderse levantarse. Le trasladaron en ambulancia al hospital de Gap, donde el parte médico confirmó que había fracturas en la parte superior del fémur derecho, articular en el cúbito derecho y del estiroides en el radio derecho. Tenía golpes por todo el cuerpo, entre ellos uno muy fuerte en la cadera derecha. El Tour se había terminado para él. Saiz les dijo a Azevedo y a Jacksche que siguiesen hasta la meta -estaban a cuatro kilómetros-, que no había nada que hacer. Un rival menos Con Beloki había habido oportunidad de hablar por la mañana, en el hotel que compartía en Alpe D'Huez, horas antes de ese accidente que le ha costado el abandono en su cuarta participación en el Tour y el ciclista aseguraba que iba a arriesgar y a atacar de nuevo al emericano. En las tres anteriores había conseguido dos terceros puestos y un segundo. Su equipo, Once-Eroski, se ha quedado descabezado. Armstrong se está quedando solo, sin rivales. Antes del Tour fue Igor González de Galdeano, luego Levi Leipheimer y Tyler Hamilton, aunque de la clavícula del corredor del CSC nunca más se supo. Sigue en carrera, con los mejores. Ahora le ha tocado a Beloki, que había sufrido otro percance en la París-Niza de hace dos años, cuando estaba orinando al lado de la carretera y un corredor no le vio, le arrolló, ocasionándole una fractura de costilla, que condicionó todo su comienzo de temporada. Todo en un segundo plano El accidente de Beloki deja en un segundo plano la despedida de los Alpes. Ganó la etapa el kazajo Vinokourov, que iba escapado, con unos quince segundos de ventaja y que se encontró con el descontrol que produce toda caída para ganar. La etapa había tenido mucho movimiento, con corredores como Garmendia, Ángel Casero, Jorg Jacksche, Iván Parra o López de Munain, que se mantuvieron en las primeras posiciones durante muchos kilómetros hasta que en la parte final de la etapa, en el puerto de Saint-Apollinaire, el impulso de Joseba Beloki acercó mucho el pelotón a los escapados, que acusaban la fatiga de ir durante muchos kilómetros fugados. Vinokourov atacó para ganar la etapa y colocarse segundo en la general, a sólo 21 segundos de Armstrong, con Iban Mayo en tercera posición, a 1:02. Mancebo es cuarto, a 1-37. Pero sin Beloki todo será distinto.