Diario de León

Olazábal mira con ambición la reválida del Abierto Británico

Después de veinte meses en blanco, el vasco espera demostrar su valía ante la elite mundial

Olazábal confía en su mejoría para poder optar al triunfo en Sandwich

Olazábal confía en su mejoría para poder optar al triunfo en Sandwich

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Antonio Tomás - sandwich
León

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José María Olazábal guarda un secreto en vísperas del comienzo del Abierto Británico. Es un misterio, de corte técnico, que podría empujar al guipuzcoano, de 37 años, hacia el título del tercer torneo de Grand Slam de la temporada, un trofeo que acompañaría muy gustosamente a las dos Chaquetas Verdes de Augusta que ya posee. El juego de Olazábal no está para bromas. Lleva 20 meses sin ganar, acumula tres «top-ten» en 20 torneos disputados entre Europa y América, y sus cambios en el «swing» no frenan del todo los vicios. Sin embargo, en el campo del Royal St. George en Sandwich, sede del Abierto 2003, ocurren cosas interesantes alrededor del deportista vasco. Smith, que fuera preparador, entre otros, Jiménez en sus mejores tiempos, observó por casualidad el «swing» de Olazábal en la cancha de prácticas. A cada impacto de Olazábal, y posterior vuelo de la pelota, le seguía un gesto torcido del golfista. Algo no funcionaba, especialmente con los hierros, a pesar de que intentaba seguir al pie de la letra los últimos consejos que le había dado por teléfono Butch Harmon, el «gurú» que rige desde hace muchos más los de Woods. Un consejo aprovechado Smith se acercó entonces al vasco, discretamente. Le susurró algunos consejos. A sus ojos, debían resultar tan evidentes que no le importó al inglés inmiscuirse en los asuntos de otro preparador, por cierto de ideas muy distintas a las suyas. Olazábal le hizo caso al inglés y ... ¡cáspita!, aquello empezó a funcionar. Sus bolas ahora obedecían, y dibujaban en el aire trayectorias rectas que evitaban los «hooks» que se habían instalado con persistencia en el «swing» del jugador de Hondarribia. El vasco, que había computado rondas de 73, 72 y 71 golpes en el Abierto escocés, completó la cuarta y última con 68. Olazábal jugará desde hoy su vigésimo Abierto Británico, desde su debut en 1984. Lo ganó cuando era júnior y aficionado, antes de hacerse profesional en 1985. Ha llovido mucho desde entonces, más aún en el Reino Unido, pero Olazábal se ha adaptado a los nuevos tiempos y tiene un secreto bajo la manga.

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