«Quillo» Márquez se alza en San Isidro con el título nacional de bicicleta de montaña

A José Antonio Hermida le dieron el dorsal número 1, se colocó el primero en la línea de salida. Y se acabó. Ya no hubo más liderato en toda la mañana para el principal candidato al título absoluto en el Campeonato de España de Mountain Bike. Entre que esta semana se le ha averiado el coche, justo antes de viajar a León, que no atraviesa un momento de forma especialmente interesante, y que el circuito no terminó de convencerle, resultó que aquel al que los especialistas consideran el mejor corredor del país en la especialidad, se dio cuenta a la primera vuelta de la prueba absoluta de la competición de que lo suyo no iba a ser el triunfo, y para poca salud ninguna. Se bajó del biciclo, y punto. Lo de Coloma fue más sangrante. El catalán era el otro gran favorito, y pensaba que se le había abierto el cielo cuando le hicieron llegar el abandono del andaluz, pero venía de pegarse el gran sofocón arreglando un pinchazo un instante antes, y para el momento en que a la misma rueda se le acumuló el segundo agujero, decidió que lo que quedaba de carrera lo iba a ver sentado, desde el borde del circuito, y que el año que viene, habrá más. Un pura sangre Así que José «Quillo» Márquez se desquitó del disgusto que se llevó el año pasado, aunque no fuera por emplear mejor táctica. De salida, aguantó el arreón salvaje de Iñaki Lejarreta (sobrino del mítico Marino, corredor profesional de carretera que acabó sus días en el ONCE), y cuando la carretera se puso cuesta arriba, en la pista forestal de contrameta, se marchó, y hasta que no ganó minuto y medio de margen, no paró. Capítulo aparte merece el segundo clasificado. Israel Nuñez superó a otro catalán, Martí Labarta, casi en la recta de meta. Cuando daba por perdida la plata, su antecesor se cayó en la última curva. Antes se le había salido a él el pedal, y lo veía ya todo perdido. Como en el tópico, hasta pasar la raya...