«No tenía más remedio que atacar»

Para algunos corredores, más que atacar, lo importante era no perder tiempo, ni posiciones, en una general que está bastante definida, pero no decidida. Y si el Tour no está decidido es porque Ullrich recuerda al de sus mejores días y Armstrong, sin el ser el de otras ocasiones, recuperó su tono, en un enfrentamiento que no habíamos visto durante mucho tiempo por los problemas de todo tipo que ha tenido Jan Ullrich durante los últimos años. Entre esos dos corredores y los demás, incluido Vinokourov, hay todavía diferencias. Armstrong reconocía que «la culpa de engancharme con la bolsa fue mía por ir demasiado pegado a la gente. No tenía previsto el atacar, pero no me quedaba más remedio que hacerlo. Cuando me caí me levanté encorajinado, pero sabía que no tenía otra solución que hacerlo tal y como estaba la clasificación» afirmó el ciclista del conjunto del US Postal. Entró con el maillot todo lleno de polvo, por la caída, y se le notaba que había vuelto a coger vida en este Tour: «Cuando atacó Ullrich en el Tourmalet fue un momento difícil, pero quedaba mucha etapa, mucho puerto, y preferí mantenerle a una cierta distancia». El gesto del corredor alemán, de ralentizar su marcha cuando se cayó, no le sorprendió: «Se lo agradezco. Sabía que iba a hacerlo porque yo en 2001 hice lo mismo cuando a él le pasó lo mismo, en el Peyresourde».