Tres récords mundiales silencian las protestas en torno a la piscina

Los tres primeros records del mundo de los campeonatos de Barcelona cayeron ayer por la tarde en la piscina del Palau Sant Jordi, por medio de los australianos Leisel Jones y Matthew Welsh, en los 100 braza femeninos y en 50 mariposa, respectivamente, y en 100 braza por el japonés Kosuke Kitajima. Estos tres mejores registros mundiales les dieron a Welsh y Kitajima el título de campeones y a Jones el de favorita de cara a la final de los 100 braza, que se disputará hoy. La australiana rebajó el récord de la surafricana Penelope Heyns, en 15 centésimas. Era un récord relativamente antiguo, 1:06.52, en agosto de 1999. Welsh marcó 23.43 por 23.44 que tenía su compañero de equipo Geoff Huegill, desde julio de 2001, y Kitajima superó el del ruso Roman Sloudnov, 59.78 hoy por 59.94, en 2001. En los 200 metros masculino se celebraron ayer las series clasificatorias y las semifinales con el dominio del holandés Pieter van den Hoogenband sobre los australianos Ian Thorpe y Grant Hackett. En su debut en Barcelona, el holandés marcó el mejor tiempo y durante la semifinal estuvo por debajo del mejor registro mundial a su paso por los primeros 100 metros, y Thorpe, que tiene el récord de la distancia, hizo el segundo. Mañana, Thorpe tendrá la oportunidad de vengarse de la afrenta que en 2000 le infringió el holandés en los Juegos de Sydney en esta prueba en la que, ante su público, le relegó a la medalla de plata. También fueron batidos dos récords de los campeonatos. El primero en los 100 mariposa por medio de Jenny Thompson, que rebajó el que ayer había impuesto ella misma en las semifinales. Thompson, de 30 años, se proclama así primera nadadora en obtener dos medallas de oro en Barcelona, ya que ayer, en el relevo 4x100, logró con el equipo de Estados Unidos el primero de su palmarés en estos campeonatos. La ucraniana Yana Klochkova, en la final de los 200 estilos, también rebajó el mejor crono de los campeonatos y durante 150 metros estuvo por debajo del mundial, pero flaqueó en los últimos 50, en estilo libre, y, aunque ganó la medalla de oro, se quedó a tres centésimas de superarlo. La tercera mejor marca de los campeonatos fue rebajada por parte de Aaron Peirsol, de los Estados Unidos, en los 100 espalda masculinos. Peirsol estableció en las semifinales 54.28 por 54.31 de Matthew Welsh, realizados en Fukuoka, en Japón, hace dos años. Jivanevskaia, en casa La nadadora española Nina Jivanevskaia marcó el segundo mejor registro de las semifinales de 100 metros espalda con un tiempo de 1:00.74. Jivanevskaia tenía el mejor tiempo nacional con 1:00.89, desde los Juegos Olímpicos de Sydney, en 2000. La nadadora española de origen ruso sólo fue batida por la alemana Antje Buschschulte, con 1:00.61, que disputó con ella la segunda semifinal de la prueba. En la primera fue la británica Katy Sexton, la vencedora y tercer mejor crono con 1:01.62. Jivaneskaia estuvo muy concentrada todo el día e indicó a los periodistas que a ella el nadar en Barcelona, «en casa», no le daba ninguna presión, sino que la gustaba y disfrutaba con ello. Preguntada sobre la posibilidad de medalla en la final de hoy, respondió que no quiere pensar en ellas, sino en estar concentrada en la prueba. Críticas a la pileta El español Olaf Wildeboer, que cayó eliminado en las semifinales de los 200 libre, criticó ayer las prestaciones que ofrece la nueva piscina instalada en el Palau Sant Jordi, a la que calificó como «lenta». «No he podido batir el récord de España, pero estoy contento», dijo el nadador, quien culpó, en parte, a las características de la pileta. «Todo el mundo sabe que la piscina es lenta, comparada con otras en las que se han disputado Mundiales. Igual es por el oleaje existente», comentó el nadador.