Armstrong, de nombre Lance

No ha sido su Tour más brillante. Sus rivales le han perdido el respeto en determinados momentos y sólo ha atacado una vez durante la prueba, en Luz Ardiden, pero ha vuelto a vencer, con unas diferencias significativas. El segundo clasificado, Jan Ullrich, va a terminar a 1:16, y el cuarto, Alexandre Vinokourov, a 4:29. Su compatriota Hamilton ha sido cuarto, a 4:29. No son las diferencias de otros años, pero sigue siendo el mejor. Todos nos hacíamos preguntas sobre lo que le pasaba al maillot amarillo, pero a la hora de la verdad, después de 3.274,5 kilómetros, a 152 de finalizar en París, Lance Armstrong tiene encaminada su quinta victoria consecutiva en el Tour de Francia, algo que sólo consiguió Miguel Induráin. Iguala al corredor navarro y a Jacques Anquetil, Eddy Merckx y Bernard Hinault, que encadenaron cinco victorias también, pero no consecutivas. Sólo Miguel Induráin y Lance Armstrong lo han logrado. Armstrong levantó en el podio su mano derecha con los cinco dedos abiertos después de una contrarreloj en la que pudo mantenerse a la defensiva después de la caída sufrida por Jan Ullrich, en el kilómetro 38, cuando le llevaba seis segundos al maillot amarillo. Entró en una curva el corredor alemán y la rueda trasera le hizo un extraño que dio con él en el suelo. Se deslizó por el suelo y fue a parar con las protecciones puestas por la organización. La lucha por el primer puesto se había terminado. Ullrich se descentró, su rueda trasera le hacía extraños y decía adiós al triunfo en la etapa y también a la ilusión de vestirse de amarillo a un día de terminar en París. Armstrong conoció muy rápido ese percance y se limitó a defender la renta que tenía antes de salir. Un día favorable «Me enteré por el auricular y decidí no arriesgar. La contrarreloj era muy peligrosa. Cuando me asomé a la ventana por la mañana y vi el tiempo que hacía, me alegré. Con 19 grados y lluvia no tenía nada que ver con los 40 grados de la primera contrarreloj y aquel calor». Su rostro también era distinto. Se le notaba menos fatigado, menos demacrado. Lance tomó las curvas con precauciones, no arriesgó nada, se limitó a estar en la carrera y dejarle el triunfo a su amigo David Millar, del que se dice que el próximo año podría correr junto a él. El Tour estaba decidido. La lluvia, que no dejó de caer durante todo el día en Nantes, en toda la región de Loira-Atántica, marcó de una forma importante los 49 kilómetros que parecían una pista de patinaje, muy peligrosos puesto que había numerosas curvas. Arriesgar, que es lo que tuvo que hacer Ullrich, tenía muchos riesgos. Lo pagó, pero no tenía otra solución. Corredores como David Millar, Paco Mancebo, Uwe Peschel, que se clavó una costilla el pulmón y acabó en el hospital, aunque llegó a la meta, o José Azevedo, sufrieron caídas. La lucha entre los dos primeros de la general, con 65 segundos a favor de Armstrong, se centró desde el primer momento, en el kilómetro 15, entre Ullrich y el líder, que marcaron el mismo crono, 15-42, con David Millar a 16 segundos. Tyler Hamilton perdía 24 segundos, Haimar Zubeldia 34, e Iban Mayo 51. En la segunda referencia, en el kilómetro 32,5, Ullrich marcaba el segundo mejor tiempo, con Armstrong, a dos segundos. Hamilton perdía 3 segundos. Haimar se iba al 1-08 e Iban Mayo al 1-19. Hamilton subió dos puestos Cinco kilómetros después, la lucha por el primer puesto se terminaba. La caída de Ullrich dejaba la etapa como el día, deslucida. Armstrong corría con mucha inteligencia asegurando lo que realmente era importante para él. Mientras Alexandre Vinokourov mantenía su tercer puesto, Haimar Zubeldia e Iban Mayo perdían el cuarto y el quinto puesto. El corredor de Telekom ha llegado muy justo al final del Tour, pero ha aguantado. Tyler Hamilton, que no es precisamente un corredor que marche excesivamente bien con lluvia, era segundo en la etapa, a nueve segundos de Millar y se colocaba cuarto en la general final. Lo que sí ha hecho es terminar más fuerte que los demás. La contrarreloj final termina siendo más una cuestión física, de cómo se llega después de tres semanas a la penúltima etapa, más que de especialistas, aunque el vencedor, Millar, sí se puede considerar un especialista que tuvo suerte. La caída de Ullrich y el control que realizó Armstrong le beneficiaron. Al final fueron once segundos a favor de Armstrong. Haimar Zubeldia no tuvo un buen día. Hamilton le sacó 1:53 y Mayo, 1:59. Iban Mayo, que será sexto en la general de la ronda gala , ni se preocupaba por su puesto en la general: «Me quedo con la etapa de Alpe D¿Huez».