Mil quinientos aficionados «vivieron» el segundo entreno

Alrededor de 1.500 aficionados acudieron ayer sábado a presenciar el segundo entrenamiento del Real Madrid en la localidad china de Kunming, donde el equipo blanco ha despertado una enorme expectación, tras ser recibido de forma espectacular el viernes con honores de un jefe de Estado. Incluso un joven espectador de 14 años saltó durante la sesión preparatoria al terreno de juego con la intención de acercarse a sus ídolos, aunque lo evitaron los responsables de seguridad, atentos a cada movimiento de las estrellas madridistas, y particularmente de Beckham. El Real Madrid, afectado por el jet-lag (cambio horario), retrasó a la tarde su entrenamiento, por el que los aficionados deben pagar 350 yuan (35 euros), equivalente a medio salario en la región de Yunnan, aunque el alto coste no impidió que un millar y medio de seguidores llenasen el centro de alto rendimiento de Hongta. Tampoco lo impidió la lluvia, que acompaña al Madrid desde su aterrizaje en Kunming, que el viernes estaba amenazada por la llegada del temido tifón Imbudo, aunque ahora se dirige a otras zonas alejadas del lugar de concentración de los blancos. Aficionados satisfechos Los aficionados chinos pudieron disfrutar de las evoluciones de los jugadores del Real Madrid durante un entrenamiento que duró una hora y media (tras el paso por el gimnasio) y volvió a tener al balón como protagonista. Durante el partidillo, Carlos Queiroz alineó de nuevo a Beckham y Figo en cada uno de los equipos en la banda derecha del centro del campo, aunque el técnico portugués tendrá claro el dilema para el 2 de agosto, en el primer amistoso del Madrid contra el Dragon Team. Queiroz concedió en la mañana de ayer descanso a sus jugadores, aunque aseguró que «tras un viaje largo el equipo está bien».