Japón enloquece con el Madrid y recibe como héroes a sus astros

El Real Madrid escapó este domingo de la locura china con la satisfacción del deber cumplido ante el Team Dragon y aterrizó en Japón, donde ya en el aeropuerto fue aclamado por 1.200 aficionados que también se emocionaron con la visita de los «galácticos» y en especial con el inglés David Beckham. La pasión se desató después en el suave entrenamiento realizado por los blancos en el Tokio Dome, seguido desde la grada por 45.000 entusiastas hinchas. Tras su discreto aunque goleador estreno frente a un combinado de los mejores jugadores chinos, los merengues protagonizarán durante tres días la actualidad en tierras niponas, donde cumplirán algunos compromisos publicitarios y el próximo martes disputarán un amistoso en Tokio. Jaleados por sus incondicionales nipones, que tras lo visto son legión, los campeones de Liga iniciaron una nueva aventura en su gira asiática, en su atípica pretemporada marcada más por el negocio de la mercadotecnia que por la habitual y estricta preparación futbolística. «Beckhamanía» Los de Queiroz, que al menos públicamente asegura estar satisfecho de cómo marcha el verano para su equipo, llegaron al aeropuerto internacional de Narita a las cuatro de la tarde -hora local- y allí les esperaban centenares de incondicionales, en especial jovencitas que explotaron de júbilo con la aparición de las estrellas blancas. Como ya es norma desde que el Madrid se presentó en Asia, el jugador más vitoreado fue Beckham, si bien Zidane, Figo, Roberto Carlos y Ronaldo cobraron más protagonismo en Japón que en China. También los madrileños Raúl y Casillas fueron recibidos como héroes por los nipones, cada vez más entendidos de este deporte, sobre todo a raíz de la organización del pasado Mundial. Sin tiempo para el descanso, Queiroz dirigió una pachanga en un recinto magnífico, completamente cubierto y con los baños de mármol, lo que ya de por sí explica la educación y limpieza de que hacen gala los japoneses en los espectáculos deportivos. El toque de los blancos, su magia con el balón, y los simpáticos gestos de Beckham hacia la grada hicieron las delicias de los 45.000 seguidores que presenciaron la sesión, televisada en directo por una cadena local y comentada por un locutor ataviado con una camiseta del Real. Por cierto que el club blanco confía en obtener muchos más ingresos por la venta de elásticas en Japón, donde cuestan 100 euros al cambio, que en China, el paraíso de las falsificaciones. Tras el viaje y el entrenamiento, Queiroz concedió permiso a la plantilla para darse un garbeo nocturno por Tokio, ya que la mañana de hoy será libre.