Makelele desoye a los médicos y no acude al último entrenamiento
El francés no rebaja su pulso con el Real Madrid aunque el Chelsea anuncia que no le contratará
Lejos de amedrentarse por la firmeza con la que ha actuado el Real Madrid tras conocer su órdago, Claude Makelele sigue en sus trece y está dispuesto a tensar la cuerda hasta que definitivamente se rompa. En contra de lo que se esperaba, el centrocampista francés tampoco realizó este domingo por la tarde el entrenamiento «progresivo e individualizado», al margen por tanto del grupo, recomendado por los servicios médicos del club blanco tras diagnosticarle una «alteración emocional leve». Es la cuarta sesión preparatoria consecutiva que se salta sin permiso oficial. Makelele no está dispuesto a dar marcha atrás, ni siquiera después de quedarse aparentemente colgado al conocer un comunicado del Chelsea en el que su director ejecutivo, Trevor Birch, renunciaba al fichaje y culpaba de todo lo acontecido a los representantes del futbolista. En el fondo, Makelele sabe que el técnico italiano del Chelsea, Claudio Ranieri, suspira por él y que en breve el club londinense, presidido por el magnate ruso Abramovich, realizará otra ofensiva tras ofertar inicialmente 10 millones de euros. En la breve reunión que mantuvo el viernes con el director deportivo, Jorge Valdano, durante el reconocimiento médico al que el futbolista fue sometido en la Ciudad Deportiva, Makelele ya le comunicó que se siente engañado por Florentino Pérez y que quiere salir del equipo a toda costa, aunque le restan tres años de contrato a los que se agarra el club blanco. A día de hoy, ni siquiera una mejora sustancial de sueldo le harían recapacitar. ¿Irá con Francia? La gran incógnita que se abre, a partir de ahora, es conocer si Makelele desafiará todavía más el régimen de disciplina del Real Madrid y acudirá el próximo lunes hasta Ginebra para concentrarse con su selección, que el miércoles disputa un amistoso ante Suiza, para el que su colega y compatriota Zidane también ha sido convocado. Sabe que no jugará, ya que su estado de forma no es el ideal después de no entrenarse desde que el Madrid regresó de la gira asiática, pero es previsible que se ponga a disposición del técnico francés Jacques Santini. El pulso mantiene todo su vigor, ya que el Madrid también está aparentemente dispuesto a llegar hasta el final y a suspender de empleo y sueldo a un empleado declarado en rebeldía. El club, primero expedientó al jugador por incumplir el régimen interno y después puso el caso en manos de la FIFA por negociar con otro club teniendo contrato en vigor.