Un bloque sólido y contundente en ataque, como líneas maestras

Argentina y Colombia, amparados en los argumentos que les han sostenido durante el torneo, se convirtieron en los primeros semifinalistas y en incipientes aspirantes a un título que, tradicionalmente, ha dado la espalda a estas dos entidades futbolísticas en esta categoría. La solidez del conjunto albiceleste y la contundencia ofensiva del bloque amarillo resultaron fructíferos para dos cuadros. El equipo argentino se enfrentará con España y el colombiano con Brasil. El retorno de Lucas Biglia al equipo resultó providencial. La nueva perla del Argentinos Júniors, resguardado desde el inicio del campeonato hasta empresas mayores, como la de los cuartos de final, realimentó la autoestima de Argentina, que se impuso a México por 2-0. Una situación similar a la de Colombia, que nunca hasta ahora había llegado tan lejos en esta categoría. Amparado en un conjunto dotado por una gran eficacia atacante -marcó nueve goles a Finlandia en la primera fase- ha llegado invicta entre los elegidos del Mundial.