La marcha se une al capítulo de decepciones españolas en París

La marcha, que por momentos parece infalible para el atletismo español, abofeteó sus ilusiones por la mañana en la final de 20 kilómetros marcha, en la que no acabaron ninguna de sus tres representantes: María Vasco, Mari Cruz Díaz y Mayte Gargallo. La mayor decepción corrió a cargo de María Vasco. La primera española que ganó una medalla olímpica (bronce en Sydney 2000) no levanta cabeza desde que terminó quinta en el pasado Mundial. La catalana, que se retiró el año pasado en el Europeo de Múnich, volvió a abandonar al sentirse indispuesta a partir del kilómetros 6. Vasco, con lágrimas en los ojos, justificó su actuación: «No sé qué me ha ocurrido. No he dormido ni una hora en toda la noche y durante la prueba me dolía mucho la barriga. No he podido seguir». La que también se retiró fue Mayte Gargallo, mientras que la veterana Mari Cruz Díaz fue descalificada. Alegrías del día La noticias más agradables de la mañana la proporcionaron Mario Pestano y Cora Olivero. El canario se clasificó para la final de lanzamiento de disco. Aunque su mejor lanzamiento (62,63) no alcanzaba la marca que se pedía (64,50), pero al ser el undécimo mejor registro se coló en el grupo de los grandes discóbolos. En la final tendrá muy complicado dar la sorpresa, fundamentalmente por sus problemas en el costado. Olivero, por su parte, avanzó hasta las semifinales de 400 metros vallas por tiempos (55.95), ya que entró cuarta en su serie. La hispano-argentina, nacionalizada parece satisfecha con este resultado y ahora se propone batir el récord de España (55.23) que posee Cristina Pérez desde hace 15 años. Cora Olivero espera doctorarse como la mejor especialista española en las vallas bajas. En la lista de bajas de la jornada se «inscribieron» David Canal y Carlota Castrejana. Ambos estuvieron muy lejos de sus mejores marcas y eso les impidió clasificarse para las finales de sus respectivas pruebas. Las decepciones de las dos primeras jornadas parecen complicar la posibilidad de superar el récord de 17 finalistas logrado en Edmonton '01. El catalán fue último (45.63) en la tercera semifinal. El campeón de España era consciente de que necesitaba una proeza. Por ello, se la jugó con una salida explosiva. A tope durante los primeros 200 metros. El riesgo fue excesivo y en la segunda mitad, fue superado por todos sus rivales. Por su parte, Carlota Castrejana fracasó en su intento de clasificarse para la final de triple salto. La riojana, muy torpe en la entrada a la tabla, se quedó muy lejos de su récord de España (14,51) y de su marca de esta temporada (14,17). Esta última hubiese sido suficiente para sobrevivir, pero su mejor salto fue un paupérrimo 13,83.