El Sevilla rompe sus malos inicios ligueros ante un inocuo Atlético
El brasileño Baptista fue el más destacado del encuentro y consiguió el tanto de la victoria
El Sevilla rompió el maleficio de la última década en sus debut de liga en primera -ya que la última vez que venció en los albores de la competición lo hizo en La Romareda (1992-93, 1-2)- al imponerse a un inocuo Atlético de Madrid, muy lejos aún de su condición de favorito en esta campaña. Como se preveía, Sevilla y Atlético dirimieron un partido de verdad, de rompe y rasga, sin ningún tipo de reservas y con un ritmo altísimo. Ganaron los de Caparrós porque están más conjuntados y tuvieron más fortuna, pero pudo hacerlo cualquiera. Se ve que ambos parten este año con fundadas aspiraciones de cumplir sus expectativas porque se han reforzado bien. Los hispalenses, duros y rocosos atrás, como siempre, ganan este curso arriba con la brega y rapidez de Darío Silva y la aportación de Baptista, una bestia brasileña que vino como medio centro y al que Caparrós ha reconvertido casi en un atacante. Con un físico portentoso, Baptista le ganó casi siempre a Simeone y estuvo en todas las acciones ofensivas del Sevilla. Además, los locales se encontraron a un Atlético con serios problemas en los laterales -Contra se lesionó en verano y Sergi tuvo que retirarse cojo a los nueve minutos y dar paso a un central como Santi-. Remate al fondo de las mallas Por ello, no es difícil explicar el 1-0, a la postre definitivo, mediada la primera parte. Reyes se encontró solo por la izquierda, ya que Aguilera estaba lejos, y su medido centro lo remató sin oposición Baptista, al que instantes antes se le anuló un gol por fuera de juego con posición más influencia de Darío Silva. El brasileño Baptista, que se entendió perfectamente con el uruguayo Darío Silva, pusieron constantemente durante la primera parte en jaque a la dubitativa defensa de los pupilos de Gregorio Manzano. A partir de ahí, el Atlético pasó a dominar territorialmente y el Sevilla a defender con orden y alma, sin importarle hacer un sinfín de faltas, y buscar con descaro el contragolpe con la velocidad de sus puñales Reyes y Gallardo. El Atlético tocó bastante bien, buscó las diagonales de Reyes y si no empató antes del descanso fue porque Notario salvó un mano a mano con Torres y Rodrigo intentó un lujo en lugar de machacar con la derecha. El Sevilla gozó de un par de buenas ocasiones para machacar en la reanudación, con sendos zapatazos de Baptista y Reyes, pero el Atlético se adueñó de la situación cuando, a falta de media hora, salió el deseado Ibagaza. Novo, Rodrigo y Lequi rozaron el empate y la incorporación de Javi Moreno tampoco descompuso la zaga sevillista, acostumbrada a defender como pocas rentas mínimas. Hasta el final dominio de los rojiblancos ante un Sevilla conservador pese a que en los minutos postreros Luis Gil mandó al tercer anfiteatro un balón cuando estaba en posición clarísima. Con esta derrota en el feudo sevillista el Atlético de Madrid encaja la número 26 en sus confrontaciones con el equipo blanco en las 60 veces que se han enfrentado, en donde su saldo de victorias se queda en once. Más de 30.000 socios El Sevilla ha rebasado los 30.000 abonados para esta campaña, cantidad sólo superada en la década de los noventa en las temporadas 1992-93 y en la 1995-96. La cantidad de socios definitiva conseguida ya no podrá incrementarse más ya que las taquillas para la venta de abonos se cerraron tras el partido frente al Atlético de Madrid. En el partido contra el Atlético hubo un homenaje a los voluntarios del Sevilla que saltaron al terreno de juego del Sánchez Pizjuán antes del comienzo del choque para recibir el aplauso de la afición por su esfuerzo realizado a lo largo del verano en la captación de abonados. El presidente, José María del Nido, les entregó en el descanso a todos los voluntarios un diploma de reconocimiento a su labor.