España se guarda de sobresaltos innecesarios en el primer envite
Suecia planteó la oposición justa al comienzo del partido y después se diluyó totalmente Especial: Eurobasket 2003
Quién se encargará de Kirilenko? Después de las dos o tres primeras jugadas del partido entre España y Suecia esa era la cuestión. U otra. Y es que el baloncesto entre rivales de potenciales tan desiguales aburre, incluso a los más apasionados. Ni empuje local, ni nervios del debut ni gaitas. La selección española cumplió con el deber de vencer a los anfitriones sin despeinarse, dominando en todas las facetas y dejando casi resuelto el trámite en sólo dos cuartos. El seleccionador, Moncho López, se equivocó: dijo la víspera que no iba a resolverse el duelo en los primeros veinte minutos. Pues sí: 44-24. Suecia es un grupo de jóvenes voluntariosos que quizás tendrían dificultades para sobrevivir en la LEB 2, tercera categoría española. Se vio a las primeras de cambio, a pesar de que se adelantaron en el marcador: 0-2. Merece la pena contar la primera jugada, porque la selección lanzó tres triples y capturó tres rebotes, antes de que su rival se aproximara al aro español; el cuarto tiro seguido fue de Gasol, y el balón no tocó ni aro. A continuación, un contraataque y mate de Pettersson. Euforia en la parroquia local. Sueños, ilusiones... Sólo un minuto: de 0-2 a 10-2. Error premonitorio El error inicial de Gasol fue premonitorio. La estrella de la selección se estrelló con la dureza de sus adversarios, su propia ansiedad por resolver y los males pases de sus compañeros. Daba la impresión de que sólo se podía ganar con el acierto de la figura. Y no era así. Gasol se perdía en muecas, miradas a los árbitros y contrariedad porque no le salían las cosas. Suecia intentaba sorprender; Jonas Larsson afinaba su puntería y se llegaba al final del primer cuarto con un 19-14 que aún mantenía vivos a los modestos rivales de España. Pero todo se encargó de resolverlo Roger Grimau. El escolta catalán, que debutará con el Barcelona la próxima temporada, terminó con cualquier atisbo de duda en el duelo. Tres triples suyos, algún que otro robo de balón y quince puntos en sólo once minutos de juego sentenciaron el duelo. Carles Marco, acertado también en el segundo cuarto, también contribuyó al desmoronamiento de Suecia. Para Gasol igual es muy complicado parar a un hombre que es capaz de llevar el balón desde su propia canasta a la otra, que bota bien y que es muy rápido. ¡Ah bueno! Mientras les cuento esto, continúa el partido, y todas esas cosas...