La ilógica preside los primeros días
Esta Vuelta a España no ha hecho más que comenzar y en la clasificación general se ha abierto un boquete importante. Ahora mismo podríamos decir que la carrera va a ser cosa de tres corredores: Igor González de Galdeano, Roberto Heras y Óscar Sevilla, pero no parece lógico que con todo lo que queda por delante centremos una prueba de tres semanas, después de dos días de competición, en tres corredores. Lo que sí ha quedado muy claro es que los ciclistas extranjeros que han venido a la Vuelta a España lo han hecho para pasearse. Entre los veinte primeros de la general sólo hay uno, Patytrick Sinkewitz. Algo edificante. Si a todo lo dicho añadimos la situación en la que se encuentran Aitor González y Ángel Casero, nos encontramos una extraña paradoja. Es mejor pensar que corredores como Mancebo, los hermanos Aitor o Unai Osa o Juan Miguel Mercado van a añadirse a la lista de favoritos que se manejaba antes de ponerse la carrera en marcha. En un ciclismo como el actual, donde abundan los «corredores guadianas», la Vuelta les coge a contrapié a muchos. El trazado se sabía desde diciembre del 2002, por lo que todo el mundo era consciente de que había dureza.