La Deportiva no acertó a concretarsus ocasiones frente al Alcorcón
Brasi y Larios estrellaron dos balones contra los postes, para desesperación del respetable
Jugar un partido el día de las fiestas de la Encina y más aún, contra un equipo dirigido por Raúl González, era para la Deportiva desafiar a los elementos de manera temeraria y sólo podía concluir como lo hizo, con el primer tropiezo, relativo eso sí, de la actual campaña. Tal vez la Junta Directiva berciana tenga que replantearse en el futuro el solicitar a la Federación que le permita jugar ante su público en las fiestas de la ciudad, porque está claro que no le sienta muy bien al equipo. En cualquier caso, los discípulos de Tomé volvieron a gozar de claras ocasiones de gol sin hacer un partido espectacular, ni mucho menos. Sin embargo, los hados no eran propicios y unas veces el infortunio propio y alguna más el acierto del «loco Gonzalo», que también jugó, dieron al traste con las aspiraciones de los locales. Antes de nada y aunque resulte obvio comentarlo, conociendo como se conoce a Raúl González, debe apuntarse que el Alcorcón es uno de los equipos más incómodos de la categoría, aunque por lo visto habrá que acostumbrarse a luchar contra escuadras atrincheradas ante su portería, como ya ocurriera en el primer partido contra el Toledo. Los madrileños estuvieron muy bien posicionados y también se mostraron expeditivos atrás, con una pareja de centrales como lo son José Alberto y Mario, que taparon casi todos los huecos camino del portal visitante. Por si no era suficiente, Raúl dispuso una banda derecha con dos laterales, como son Helio y Lucio, mientras que en la izquierda jugaban Gordo y Lozano, con la consigna también de frenar las posibles incursiones de Cascallar y compañía. El resto del equipo deambulaba por la zona central del campo, dejando mínimamente adelantado al asturiano Hugo Grandío que el año pasado se llevó junto a sus compañeros del Celta B los tres puntos del Toralín, también el mismo día 7 de septiembre, frenando la euforia local después de haber ganado en Avilés en el estreno. Lo cierto es que las cosas pudieron haber sido diferentes porque un buen servicio de Lanza desde la izquierda lo remató Gonzalo con la testa al palo opuesto, haciendo volar a su tocayo para que éste se luciera enviando al córner con la punta de los dedos. Respondió el Alcorcón gracias a una acción personal de Hugo Grandío que disparó al centro de la portería, con Rubio bien colocado y atajando sin mayores complicaciones la primera oportunidad de los amarillos. Rubén Sanz lo intentó poco después, pero su remate salió ligeramente desviado después de una buena jugada de casi todo el Alcorcón. Pero la mejor ocasión de los locales llegó luego a pies de Gonzalo, cuando un disparo suyo superó al meta asturiano del Alcorcón y cuando ya se cantaba el gol, el cuero fue a estrellarse contra el cuerpo de Lucio que estaba bajo los palos. Parte del público reclamó penalti y otros decían que la pelota estaba ya dentro, pero no pareció ni lo uno ni lo otro. En el segundo tiempo se acentuó el dominio local, gozando Antía de la primera ocasión en un cabezazo que terminó con la pelota saliendo junto al poste, tras magistral servicio de Lanza. Entró Toñín y la Deportiva ganó en profundidad por la banda derecha. Un centro suyo lo cabeceó Brasi al poste, en otra buena ocasión de los locales. Estaba claro que no era el mejor día para hacer gol y se constató luego en un zurdazo de Larios que tropezó contra el cuerpo de un defensor cuando el cuero iba hacia el portal de Gonzalo. Con el equipo blanquiazul volcado, los madrileños buscaron la sorpresa a la contra, pero allí estaba Rubio para eliminar dudas. Tomé se jugó el todo por el todo dando entrada a Alejandro y Panadero, pero la cosa no sirvió para variar el curso de los acontecimientos. Antes del final, todavía pudieron marcar los propietarios del terreno, pero el centro envenenado de Luis Larios terminó con el balón paseándose sobre el travesaño y a renglón seguido concluyó el choque.