España sale indemne de la batalla campal a la que quiso jugar Serbia

España amplió ayer su gama de recursos y aseguró su presencia en los cuartos de final del Eurobasket. Carácter, capacidad de sufrimiento y despliegue de recursos técnicos fueron los factores que le llevaron a vencer a Serbia y Montenegro, a provocar el enfado de unos competidores con mal carácter de los que apenas se conocen sus formas en la derrota. La selección salió airosa porque creyó en sus posibilidades, en su calidad, en su personalidad. La victoria frente a Serbia y Montenegro confirma a la selección en el primer puesto del grupo C, por lo que evita el cruce previo a los cuartos de final, eliminatoria que no jugará hasta el jueves en Estocolmo. Su rival lo conocerá el martes, cuando se midan el segundo del grupo A con el tercero del grupo B. Si gana el jueves estará en semifinales y, posiblemente, habrá asegurado su presencia en los Juegos de Atenas. La selección era consciente de que se jugaba en 40 minutos todo su buen hacer en Södertälje. Una derrota por más de 9 puntos le retiraba de la primera plaza; por más de 13 puntos, le llevaba a la tercera. Enfrente, Serbia y Montenegro; una campeona venida a menos por sus ausencias y por su comportamiento en esta primera fase. El conjunto de Dusko Vujosevic también sabía lo que tenía en juego. Por eso completó su partido más serio desde que empezó el torneo. 'Ahogó' como pudo a Gasol, se encomendó a la muñeca de Stojakovic y a la dirección de Jaric. España no estaba acertada, pero su poderío en las proximidades del aro se hacía notar, al menos en defensa. Fue en el segundo cuarto cuando la selección fue encarrilando el triunfo hacia la victoria. Reacción definitiva En una tarde nefasta de Gurovic, con pívots 'leñadores' y sin calidad, los recursos ofensivos de Serbia quedaban reducidos a un 'tuya mía' entre sus dos jugadores más decisivos Stojakovic y Jaric. Fue en el último cuarto cuando Serbia empezó a quedarse sin argumentos. Los que molieron a palos a Gasol se sentaron en el banquillo.; Navarro se divertía gracias a sus geniales aciertos ofensivos, el tiempo y el marcador presionaban a los campeones de Europa. Jaric y Stojakovic aguantaban como podían y a tres minutos para la conclusión mantenían esperanzas. Pero Navarro, Garbajosa y Gasol acabaron por sentenciar a un rival temible.