Invitaciones al optimismo
España, Serbia y Montenegro, Rusia y Suecia formaban el grupo más igualado. La actuación de nuestro equipo nacional, que pasa invicto a cuartos de final, invita al optimismo y puede representar un nuevo impulso para el baloncesto en nuestro país. Stojakovic, indiscutible estrella del conjunto serbio, logró imponer su talento en el primer cuarto para adelantar con claridad a su equipo. La defensa española, se vio superada con facilidad porque el alero de Sacramento, además de anotar, también fue capaz de encontrar al compañero desmarcado. El equipo que dirige Moncho López había actuado siempre en las dos primeras jornadas con el marcador a favor, pero ayer, a partir del segundo cuarto, debía afrontar la dificultad de jugar con el tanteador en contra. Para ello, como primera medida, recuperó su mejor defensa. Jiménez y De la Fuente se alternaban en la complicada tarea de poner dificultades a Stojakovic. El jugador de Sacramento intentaba jugar cerca de la canasta, pero en esas posiciones las ayudas de los pívots españoles funcionaban perfectamente. Stojakovic fue desapareciendo. A partir del segundo cuarto España se adueñó del partido por varias razones, casi todas derivadas de su superioridad en el juego interior y firmeza en el rebote defensivo. Otro factor decisivo fue la mayor amplitud del banquillo español, que por el exceso de faltas de su adversario se hizo aún más patente en los últimos minutos en los que la diferencia física era abismal.