«Raúl es y será el más grande siempre»

Fernando José Torres Sanz ha añadido a su currículum un doctorado de experiencia en menos de una semana. Confiesa que la próxima vez cuando sienta el aliento del Couto de turno tendrá que pensar más en saltar que en meter la pierna. Ya es uno más. Está integrado. El domingo conoció a Ramiro, peluquero del equipo y gran amigo de todos los futbolistas. Recibió de él como obsequio sus famosos «Moscovitas» de chocolate, esos dulces de la suerte que trae de Oviedo y que tan buena fortuna dan siempre a los debutantes. Fernando Torres reconoce que Raúl, el capitán, le ha arropado desde el primer segundo que entró en la selección. Un orgullo, dice, porque para él, «es y será el más grande siempre». - ¿Cuándo tiene usted su primera noción de la selección? - Yo soy del 84. Del Mundial de Italia '90 me suena algo, pero el campeonato que realmente tengo grabado en la memoria es el del 94 en Estados Unidos. Ahí ya tenía 10 años y lo viví a tope en mi casa. Me acuerdo que nos levantábamos a las dos de la madrugada para ver a Corea. Lo veía con mi hermano. Y por supuesto la imagen de más impacto fue el famoso Italia-España, que merecimos ganar. Ver el codazo de Tassotti a Luis Enrique es algo que no se puede olvidar. Para mí, la selección siempre ha sido algo maravilloso. Soy muy de la selección. Y ahora he cumplido el sueño que anhelaba. - Cuando llegó Raúl a la selección a su primera concentración a Oviedo con cara de niño, Pep Guardiola necesitó sólo un entrenamiento para admirarle desde ese momento. ¿Qué sensación ha tenido usted al ver de cerca al capitán español? - Yo puedo hablar de él en dos vertientes. Una es la personal. Mi integración aquí ha sido muy fácil gracias a él. Raúl me ha arropado en todo momento. Desde que llegué ha estado encima de mí, animándome. Y luego en el campo he tenido la suerte de debutar con él como compañero de ataque. ¡Qué más puedo pedir!. Me imagino que él también fue un chaval y le tocó debutar y sabe todo lo que rodea este tipo de situaciones. Su comportamiento hacia mi persona ha sido ejemplar. Raúl es y será el más grande.